lunes, 24 de octubre de 2011

TRATA-MIENTO. LA IMPORTANCIA DE LOS FACTORES COMUNES EN LA EFECTIVIDAD DE LAS PSICOTERAPIAS

El título de esta charla es una declaración de intenciones, aunque no pretendo (Dios me libre) demostrar, puesto no creo que sea así, que la psicoterapia sea un artifacto inútil.
En Tenerife, por si algunos de ustedes no lo sabe, estuvimos unos años en que los polvos estaban de moda. Los polvos del Dr. Melendez, un biólogo de prestigio internacional y catedrático de la facultad de La Laguna, que comenzó a comercializar hace mas de una década unos polvos de los que se desconocía su composición, pero que prometía la cura de los mas diversos males. Me resultó sorprendente comprobar como, a pesar de tener toda la “pinta” de un engaño, de un subterfugio, profesionales de toda índole, preparación y coeficiente intelectual defendían las virtudes de los polvos que suministraba el Dr. del que les hablo.
Las discusiones que solía mantener, solían comenzar de la otra parte, alegando que el método funcionaba. Luego continuaba alabando la figura y preparación del Dr., para terminar incluso, con algún biólogo, pasando a analizar la validez de sus teorías. Mi contestación siempre era la misma:
ni estamos hablando de la figura del mensajero, es decir, del Dr., que puede tener el prestigio y la preparación que sean, pero esto no tiene que ver con la esencia de la discusión, ni estamos hablando de si el método funciona o no (aquí las caras eran todo un poema). Estamos hablando del motivo por el que funciona, no hablamos ni de prestigio, ni de biología, ni de polvos, estamos hablando de la esencia del método científico, la búsqueda de explicaciones, y en definitiva de LA VERDAD.
Hubiera sido bien simple demostrar que era lo que funcionaba en el método del Dr. aunque el siempre alegó que no había dinero para ello (cosa absolutamente falsa). A mi modo de ver, no había voluntad de análisis, puesto que el método, entonces hubiera perdido la magia. En parte la perdió cuando la ley le obligo a descubrir cuales eran los componentes de los polvos (poco menos que haría y sal).
A estas alturas estarán ustedes preguntándose el motivo por el que les hablo de unos polvos que a ustedes ni les van ni les vienen. Pues bien, no voy a despejar esa incógnita. Hablándoles de un tema interesantísimo, sospecho que ustedes podrán empezar a despejarla. Hace unos años asistí a un interesante congreso sobre el Juego Patológico. Una de las ponencias me llamó poderosamente la atención: “Farmacología del Juego Patológico” (creo recordar). Pensé que seguramente la psiquiatra ponente, nos ilustraría sobre los fármacos utilizados para el tratamiento de los síntomas secundarios al trastorno. Nada mas lejos de la realidad. Luego de exponer una serie de casos, de tratamientos diversos, y de resultados de todo tipo, y reconociendo que hasta el momento eran pobrísimos los resultados obtenidos, además de una serie de problemas metodológicos de todo tipo, esta facultativa termina la ponencia asegurando que el tratamiento farmacológico de los casos de Juego Patológico tenía un prometedor futuro. Entonces, yo que no me mantengo callado ni bajo el agua, le pregunto el motivo de semejante conclusión final después de reconocer tanta miseria, a lo que ella me contestó que “mire usted, a mi me llegan casos de este tipo, y yo tengo que hacer algo, y es más, le puedo asegurar que algunos mejoran”. No pude dejar de señalar en aquel momento que quizás sería conveniente el que también se le derivaran casos a Rapphel puesto que seguramente algunos mejorarían con seguridad.
Supongo que ya están ustedes entreviendo que tesis quiero defender aquí. La fundamental, es que tenemos el deber y es esencial, como científicos que se supone que somos o debemos ser, de acercarnos a la verdad. No debería de bastar con el que el tratamiento funcione, deberíamos de saber el motivo. Tanto la vida de las personas como gran parte de la economía y si me apuran muchísimo poder depende de ello.

Actualmente se manejan como verdades absolutas en psiquiatría y en psicología, conjeturas (en el mejor de los casos) que no soportan el mínimo análisis crítico. La categorización de enfermedad como explicación para algunos comportamientos sin tener en cuenta una serie de variables importantísimas (piensen en el TDH). La consideración de cronicidad de las llamadas enfermedades mentales graves, sin atender a los hechos que dicen que no es cierto y basándose en explicaciones y argumentos perversos (si remite, es que no estaba bien diagnosticado). La artificial división que se puede observar a pié de calle, entre lo que “es de psiquiatra” (es decir, medicación, psiquiatrización) y lo que es “de psicólogo” (unas charlitas que no van a hacer ningún mal). La absurda jerarquización en consecuencia de unos profesionales a otros, en muchos casos del psicologo clínico subordinado al psiquiatra....

Estaría mal que fuera yo, un psicólogo clínico, el que hiciera una crítica de otra profesión, reproduciendo un cliché que por frecuente resulta hasta anodino. No, les hablaré de mi profesión, de lo que decimos que hacemos los psicólogos, y de lo que realmente hacemos, de lo que sabemos que funciona, de explicación y de la verdad sobre ellas. Y les hablaré de ello porque creo que las diferentes conclusiones que podamos sacar de esto, se pueden extrapolar a los tratamientos psiquiatricos, a los tratamientos médicos, al Dr. Meléndez y a la pitonisa LoLa.

No. Miren, en realidad si les voy a ilustrar un poquito mas la cuestión de la importancia de las explicaciones y de acercarnos a la verdad con un ejemplo:
Los antidepresivos se prescriben con mucha alegría, y además no se diferencian del placebo, es decir, salen caros, caros a todos los niveles.
En la página 37 de la revista INFOCOP (número 46 del mes de Enero) Inés Mogán y Silvia Berdullas firman un artículo titulado “Un nuevo estudio vuelve a cuestionar la eficacia de los fármacos antidepresivos frente al placebo”. Dicen la autoras que “una vez más, la evidencia empírica pone en tela de juicio la utilización de fármacos antidepresivos como tratamiento de primera elección para la depresión, al menos en lo que respecta a su uso indiscriminado independientemente del nivel de gravedad del episodio depresivo, según se pone de manifiesto en un reciente metaanálisis, Antidepressant drug effects an depression severity. A patient-level meta analysi, realizado por el equipo de Jay C. Fournier (2010) de la Universidad de Pennsylvania (EEUU) y publicado en el Journal of the American Medical Association – JAMA”. En otro parte del artículo afirman que “coherentemente con las conclusiones de otros meta-análisis como el realizado por el equipo Krisch (2008) o el de Khan (2002), puede afirmarse que, en comparación con el placebo, la eficacia de los fármacos antidepresivos es prácticamente inexistente en los casos de depresión ligera, moderada e incluso grave, mientras que sólo en los caos de depresión muy grave el beneficio de los fármacos es superior a la ausencia de tratamiento”.
Desde luego en esto estoy de acuerdo con las autoras. Sin embargo como conclusión del artículo parecen estar de acuerdo con la OMS en sus recomendaciones de combinar los tratamientos farmacológicos con la psicoterapia. Una vez mas, ya estamos con la política DAÑINA. El hecho de tomar una medicación ya implica promover significados en la persona implicada, no deseables para su recuperación. Yo me pregunto a cuenta de que hay que combinar nada o utilizar una cosa, que los hechos demuestran que es lo mismo que darle a la gente agua con gas, pero claro, con potenciales efectos secundarios, adversos, etc..
También me pregunto el motivo de tanto enconamiento a la hora de prohibir las terapias alternativas en la seguridad social o en el sistema sanitario, si total, también hay gentes que dicen que funcionan, y seguro que algunos mejoran (y otros no).
Obviamente yo estoy en contra de que se aprobase la integración de esas terapias en el sistema sanitario, pero me parece claro, que los motivos esgrimidos para rechazarlas, son los mismos que alegremente se adoptan para admitir la prescripción de fármacos que se demuestra empíricamente, no sirven mas que la sesión con el acupuntor (el que crea que la acupuntura funciona mejor que el placebo, ya puede dejar de leer e irse a hacer gárgaras). Si, ya se, que todos conocemos a alguien al que las pastillas le han ayudado mucho (yo no, pero es que no soy muy popular). Si, ya se, que todos hemos conocido a alguien a quien le ha ayudado mucho el electrochoque (lo mismo). Si, ya se, que todos conocemos alguien a quien le han funcionado los polvos de Meléndez (solo conozco a quien no, y los polvos que a mi me arreglan/alegran la vida son otros y desde luego no se meten por la nariz). Pero vamos a ver..., yo creía que la psicología y la psiquiatría se regían por una serie de principios éticos, morales, y científicos. Pues va a ser que es una aspiración, digna, pero aspiración.

Centrándome en la psicoterapia, voy a tratar de analizar aunque someramente, algunos factores que intervienen en el proceso terapeutico. Además de las variables pertenecientes a la persona del terapeuta y del cliente o paciente, existen las de la interacción, las de los sucesos vitales que suceden en la vida de cada uno de los actores de la relación terapeutica, las del marco terapeútico empleado, y como la interacción entre todos estos factores resulta así mismo en cambios que a su vez influirán en todo lo anterior. . El problema es aún mas complejo, puesto que tenemos que hablar de en torno a que factor o factores consideraríamos ahora el cambio o la mejora del problema que nos trae el cliente a la consulta.

Lambert (1986) realiza una estimación de los resultados disponibles, basados en una valoración no estadística, por lo que los porcentajes que detallo a continuación deben de ser tomados con prudencia, y que como conclusión mas importante viene a decir que es una estupidez hacer énfasis en las diferentes técnicas psicoterapeúticas asociadas a las diferentes escuelas de psicología, puesto que estos procedimientos específicos solo tienen una limitadísima contribución al cambio terapeutico, que se cifra en un 10% por Lambert, aunque hay autores que llegan a hablar de menos de este porcentaje.
Según Lambert es el cliente el que con intensidad mayor contribuye al éxito terapeútico, ya que si sumamos los factores relativos a la remisión espontánea (proceso natural del cliente) y las expectativas hallamos una proporción de mas del 55%, que en los factores que dependen del tratamiento, ya que los factores comunes y las técnicas solo suponen un modesto 45%.
Resulta sorprendente que la mayor parte de estudios estén dedicados a revisar las variables del terapeuta para el éxito en la psicoterapia, cuando parece ser que son las variables del cliente las que van a determinar en mayor medida el mismo. En la literatura científica se presenta en ocasiones como indiscutible que los clientes mas beneficiados por la psicoterapia son los denominados YAVIS (young, attractive, verbal, intelligent, successful; jóvenes, atractivos, verbales, inteligentes y exitosos), de raza blanca y los de nivel sociocultural medio y alto. Garfiel (1986) plantea que estos estudios tienen importantes problemas metodológicos.
Kaduschin (1969) planteaba que incluso la clase social, mas específicamente el nivel socioeconómico, determinaría el cliente apropiado para cada modelo psicoterapeutico. El psicoanálisis ortodoxo (2 a 4 sesiones semanales) sería el mas apropiado para las clases mas altas, mientras que los tratamientos farmacológicos o manicomiales, los grupales y breves, serían los mas socorridos para los clientes o pacientes mas limitados en su economía.
La calidad de la alianza terapeutica es uno de los hallazgos mas sólidos que sabemos que se relaciona positivamente con el buen resultado de la psicoterapia. Sin embargo, hay algunos estudios que muestran que los pacientes que son sensibles, susceptibles, poco motivados y que reaccionan ante la autoridad, avanzan poco con los terapeutas que son muy empáticos, congruentes, y que los aceptan incondicionalmente, actitudes que universalmente se consideran adecuadas para un terapeuta.
Carl Rogers fué el primero en arriesgarse a presentar un explícitamente una serie de, según el mismo definió, condiciones necesarias y suficientes para una Terapia eficaz. Lo hizo en 1957 en un artículo titulado “The necessary an sufficient conditions of therapeutic personality change”.
La condiciones que se tenían que cumplir según Rogers, y que tenían que permanecer durante cierto tiempo eran:
1)Aprecio incondicional que el terapeuta experimenta por el paciente.
2)El terapeuta experimenta una comprensión empática del marco de referencia interno del paciente y se esfuerza por comunicar a éste tal experiencia.
3)La comunicación al paciente de la comprensión empática y el aprecio positivo incondicional del terapeuta se logra en un grado mínimo.
Para Brozarth, que realiza un amplio análisis de todas las opiniones e investigaciones sobre este tema, dice que las condiciones que valoran los diversos autores no son necesariamente necesarias pero siempre suficientes.
Así mismo las investigaciones muestran que NO EXISTE una eficacia diferencial entre las psicoterapias, que suelen ser igualmente efectivas. Como mencionamos antes los factores comunes pueden explicar el 30% de la varianza implicada en la eficacia (por solo entre un 7 y un 15% de las técnicas específicas de una psicoterapia en concreto).
Friedler encontró que los terapeuta expertos de distintas orientaciones coincidieron mas entre si que los principiantes de una misma escuela.
Para Frank la psicoterapia es una forma de influencia social y su aspecto central es la capacidad de reducir la desmoralización. Según este autor existen seis factores comunes:
1)Relación de confianza con el terapeutas
2)Explicación RACIONAL de los problemas
3)Proporcionar una NUEVA información acerca del problema
4)Esperanza del clienta en encontrar ayuda en el tratamiento
5)Oportunidad para tener experiencias de éxito en el curso de la terapia y en consecuencia favorecer la sensación de dominio.
6)Facilitación de la activación emocional: una psicoterapia vacía de emociones NO PRODUCE EFECTOS.
Para este autor la visión racional y fría del cliente de si mismo y de sus problemas pocas veces se acompaña de una cambio sustancial.

En definitiva, las cualidades de una terapia efectiva, proviene contrariamente a lo que podría pasar con otras áreas sanitarias, de las características personales del terapeuta, mas que de los precedimientos técnicos que pueda emplear.

¿En nuestras facultades se prioriza, se hace hincapié en estas características que mencioné antes, o se centran mas en los procedimientos técnicos?. A la luz de las investigaciones, de los datos, debería de ser así, pero al menos yo no tengo esa impresión. A los procedimientos técnicos se les dedica un tiempo desproporcionado en relación a su importancia, y seguramente, pocos estudiantes del último curso de psicología están al tanto de estos hechos.
Por supuesto, mucho menos lo están de las investigaciones de Laing, Mosher, o Sazs. Los cual a mi modo de ver disminuye en gran medida el espíritu crítico puesto que se elimina información valiosa, que aunque discordante con las teorías dominantes en el momento, generarían enorme curiosidad en los alumnos, generarían disonancia e interés en saber mas. Los factores, como las características del terapeuta, que mas peso tienen en la efectividad de las psicoterapias, son entrenables bajo mi punto de vista, pero esto no se puede hacer si no se conocen los hechos, que indican su importancia.
Se puede enseñar a escuchar, se puede enseñar a respetar, se puede enseñar a ser auténtico y empático, o al menos a lo importante que es eso, pero nada de esto es posible si no se tiene en cuenta su importancia crucial, y por tanto, si no se habla de ello, priorizando procedimientos técnicos de dudoso valor, tanto a nivel terapeutico como explicativo.
Para mi sorpresa los trabajos de Mosher en las casas Soteria, o de Laing, no son conocidos por la mayor parte de mis compañeros profesionales, lo cual me sorprende, puesto que apoyan y con datos fiables, la tesis que en general sostenemos en este seminario, es decir, la locura no es un desequilibrio químico cerebral, la locura pertenece al ámbito socio-económico y cultural.
La Soteria House abrió sus puertas en el año 1971 y una réplica de este primer centro se inauguró en la ciudad de San Francisco en el año 1974. A pesar de los datos positivos obtenidos entre los años 1972 y 1976 el proyecto finalizó en 1983. Los datos del año 1976 a 1983 no se analizaron hasta 1992 debido a falta de fondos y problemas administrativos. En Berna se estableció en 1984 un proyecto que aún funciona. Este último proyecto al estar cubierto por el sistema de seguridad social se diferenciaba de los anteriores en que al menos el cincuenta por ciento del personal estaba compuesto por enfermeros/as. En este proyecto los pacientes recibían una dosis baja de neurolépticos durante el tiempo de adaptación. Los resultados obtenidos en este proyecto también corroboraron los resultados obtenidos por el proyectos Soteria original, puesto que hubieron mejorías en todos los parámetros evaluados, incluso, mejoraron mas los que menor cantidad de medicación recibieron. También en Finlandia, el proyecto API, apoya la idea de que un entorno social mejor organizado puede eliminar prácticamente la necesidad de una rápida incorporación de los fármacos en el tratamiento de la psicosis aguda.

Con todo esto quiero decir que es esencial hablar de lo efectivo y de lo inefectivo, no hacer política, ceñirse a la verdad, no perder de vista los hechos, y ser muy críticos con lo que hacemos, sin dejarnos llevar por nuestras emociones, puesto que entiendo que "el todo vale porque funciona" lleva a malgastar los recursos y a hacernos cada vez mas pobres no solo económicamente, sino intelectualmente. También nos lleva a hacer daño.
Con esto no estoy diciendo que se cambien las cosas de hoy para mañana, ni que se dejen de aplicar tratamientos que parece que ayudan a los pacientes. Digo que no se puede olvidar a la hora de implementar recursos, protocolos y programas, que la investigación básica, es eso, básica, y que sus hallazgos deberían de estar muy ligados a la práctica clínica en salud mental. No deberíamos de temer decir lo que conocemos o lo que desconocemos a nuestros pacientes, puesto que deberíamos solo gestionar la responsabilidad que nos corresponde: hacer lo mejor que podemos nuestro trabajo.

Jesús Castro Rodríguez
Psicólogo Especialista en Psicología Clínica


La lucha por el "mercado" de la salud mental se ha trasladado a los animales. El debate es perfectamente intercambiable (humano-animal). Les dejo un video-resumen. Pueden consultar en google "Prozac para animales" y ver el trabajo documental completo.


Prozac para mascotas: Nicholas Dodman por raulespert

lunes, 17 de octubre de 2011

RADIO NIKOSIA EN DIRECTO.

“Nikosia es la última ciudad dividida. Por murallas, ideas, religiones y un supuesto abismo cultural. Creemos que de una u otra manera todos llevamos Nikosia dentro de la geografía del cuerpo y la mente. Alguien separó en dos a Nikosia, pero nosotros viajamos constantemente a un lado y otro de la frontera. Y es desde este dualismo, desde este vaivén, que vamos aquí a contar nuestra historia, que es tan real y legítima como cualquier otra”



LA SUTIL FRONTERA (extracto)
Joan García

Entre la salud y la enfermedad, se abre un tercer camino, Radio Nikosia, el de la disponibilidad para uno mismo, el de la acción y el riesgo: somos lo que contamos, sólo una chispa de existencia pero todavía con vida para contarlo. Para formar, informar y deformar lo que transmite la sociedad bien-pensante...conversar, conversar... Hay quien habla de la radio terapéutica, sí, pero tiene que curar a esta sociedad normópata, enferma de ignorancia, que sin conocerlo, prejuzga y estigmatiza, para el resto de su vida, al diagnosticado de lo que llaman un trastorno mental severo. Porque en un mal momento estaba en el lugar equivocado, con la gente equivocada que, asumiendo el papel de policía de salud mental, dio el primer paso hacia el que será un cambio radical en una biografía personal truncada porque juzgan que tiene una extraña enfermedad crónica, de tratamiento obligatorio con drogas duras. Es el sistema el que nos rompe el curso vital y no nos ofrece ninguna alternativa a cambio. Incapacitado, discapacitado, enfermo, marginado, estigmatizado, rechazado.

Hay que reconocer que esto es una problemática diferente. ¿Enfermedad? Si la hay, el remedio es peor que la enfermedad: encierro, tratamientos agresivos, medicación con terribles efectos secundarios, desautorizado como persona, roto el vínculo con el mundo. Viajamos constantemente a un lado y a otro de la frontera, entre razón y locura, y desde este vaivén contamos nuestra historia, que es tan real y legitima como cualquier otra. Tarados por la medicación y el entorno, comunicarnos nos ayuda a coordinar otra vez el mundo desde la palabra a todos los niveles. Las ondas de Radio Nikosia canalizan lo que no se quiere oír, unas voces que aun existiendo no están... ya que su entorno próximo, a causa de un diagnóstico, no las valora como legítima manifestación de unas personas con derecho a expresarse. Nuestra voz se transforma en el puente entre los otros y nuestros mundos interiores. Frente a la angustia de perder para siempre la unión con el mundo, ese puente puede reconstruirse, entrando en una nueva relación con el exterior: activa, responsable y propia. Expuestos en sociedad para que ésta redefina al enfermo mental. Somos como somos. Y no estamos solos.

Poner en cuestión tanto la enfermedad mental como la psiquiatría que medicaliza la conducta de aquellos que no se comportan como el grupo. Abrir una brecha en la estrecha cerca del pragmatismo dominante, despertar inquietudes que interpelen el intento tramposo de explicar todo el universo desde un solo lenguaje y un pensamiento único. Porque nadie es normal. Desde fuera del aparato de salud –de la enfermedad mental- se mitifica la locura –romper las cadenas de la razón, creación lírica, marginalidad cultural- como una tentativa extravagante para no adaptarse a las seudo-realidades alienantes. Pero hay que hacer ver que la salud mental es un concepto éticamente dañino, pues no es más que una cortina de humo de problemas económicos, existenciales, morales y políticos, que no requieren terapia médica, sino alternativas económicas, existenciales, morales y políticas.

EXPLOSIÓN Y ORIGEN
Entrevista al colectivo Radio Nikosia.

Empecemos entonces con vuestra historia, ¿dónde situaríais el origen de Nikosia?

-El origen de Radio nikosia residiría en el deseo de Martín Correa-Urquiza (antropólogo y periodista argentino) por importar el proyecto de Radio la Colifata de Buenos Aires a la Barcelona de principios del milenio (2003). A partir de su iniciativa, su experiencia como “Colifato” y el hecho de que la idea tomó rápidamente cuerpo de colectivo, fue posible crear una radio donde los locos teníamos un espacio en el cual era posible decir, pensar, repensarse, corregirse y volver a decir (partiendo desde la voz propia y su evolución respecto al otro y su opinión). Nikosia fue posible gracias al esfuerzo de varias personas, pero sobre todo al sueño de Martín y a las ilusiones de todos aquellos que colaboraron desde un principio (como coordinadores y como redactores, productores...) y aquellos que posteriormente se fueron apuntando a un proyecto, considerado innovador por el simple hecho de poner énfasis en la palabra de aquellos que íbamos a ser sus protagonistas, nos referimos a aquellas personas que hemos sido diagnosticadas en algún momento con la etiqueta de un trastorno mental; palabra que en otros ámbitos considerados propiamente como terapéuticos era anulada, castrada o denostada en muchos casos.

-Nos atreveríamos a decir que Nikosia surgió tanto de la necesidad de los locos por decir, como por la necesidad de algunos profesionales por abrir nuevas vías de expresión fuera de los escenarios clínicos habituales, allí donde otra relación con los afectados fuera posible.

¿Cuál ha sido vuestro objetivo fundacional?

-Nuestro objetivo como grupo, o mejor dicho nuestra motivación era poder expresar en un medio de comunicación aquellas opiniones personales y/o colectivas que no se encontraban eco en el resto de medios. Nuestra finalidad era dar una vista naturalizadora de la locura, de su sufrimiento y de sus goces, de sus inocencias y de sus perversiones. Más allá de considerar normal aquello que decimos y/o hacemos preferimos considerarlo, desde nuestros inicios, como algo natural, en el sentido de que es parte de lo humano, de los dolores humanos. Naturalizar no significa pasar de ello, sino no segregarlo entenderlo como parte de la naturaleza humana, una naturaleza que merece ser cuidada en ocasiones, huyendo además de conceptos excluyentes como lo considerado “normal” -que es aquello que consigue transformar lo diferente en patológico.

¿Se ha visto modificado a lo largo de estos años de trayectoria?

-Básicamente no. Las bases siguen siendo las mismas. Lo que sí es cierto es que después de varios años colaborando y reflexionando grupalmente entre todos nos hemos fortalecido con lecturas, recomendaciones, correcciones, argumentaciones, etc. Por poner un ejemplo muy clarificador la mayoría de nosotros cuando empezamos nuestra andadura en Radio Nikosia nos definíamos como enfermos mentales. A partir del 2008 y de la consolidación de la Asociación, se dio un paso importante en la conformación del grupo y en el crecimiento de la experiencia. Es como si todo el colectivo se hubiera hecho más cargo de Nikosia, se terminaron de apropiar de nikosia como espacio justamente propio. Es desde entonces que hemos aprendido que de enfermedad mental sólo hablan los mass media, que ni siquiera los médicos (psiquiatras) refieren dicho término ante la inexistencia de evidencias científicas. Es por eso que: por la inconsistencia de la psiquiatría como disciplina y su incapacidad para solucionar los sufrimientos que suelen surgir del contacto del individuo con su entorno, su habilidad para diagnosticar y su incapacidad para curar, su funcionamiento cada vez más protocolizado preferimos en nuestra mayoría utilizar tanto la palabras locura como la de loco o loca para definir una problemática que tiene que ver (trasladándonos a su etimología latina referida al locus ) con el lugar que ocupa el otro para nosotros y el lugar que ocupamos para el Otro social imperante. Por tanto tendría que ver con el lugar donde hemos sido ubicados socialmente aquellos que hemos sido rechazados por nuestras diferencias en la manera de sentir o interpretar la realidad estructurada en el discurso oficial.

De haber sido así, ¿cómo ha ocurrido ese cambio y por qué?

-De alguna forma ya lo hemos explicado, pero si a algo ha ayudado a esa prevalencia y a la vez a esa evolución dentro del mismo espíritu es el hecho de que si algo nos caracteriza a todas las personas que formamos parte de la Asociación Socio-cultural Radio Nikosia es una actitud crítica y reivindicativa con nuestros derechos y los de las personas que están o pueden llegar a estar en situaciones similares. Desgraciadamente cuando a uno le diagnostican suele ser privado de la mayoría de sus derechos como ciudadano, ya que a causa del diagnostico la persona termina por ser considerada como incapaz de decidir sobre los problemas de su vida. Esto tiene que ver con la desestructuración propia del sufrimiento psicótico, pero también con la incapacitación social que se le presupone al loco por su condición. Esta incapacitación relacionada con el estigma que arrastramos los diagnosticados suele venir de nuestro entorno más directo, de nosotros mismos, pero sobre todo de la forma en la que los profesionales plantean el diagnostico como algo incurable, de causas bioquímicas ajenas al individuo, su historia, su experiencia, etc. Esta forma de pensar la locura y el sufrimiento no sólo no está demostrada científicamente sino que es defendida como dogma por muchos presuntos profesionales de la salud mental y muchos medios de comunicación ansiosos de nuevas verdades que vender.

¿Qué os diferencia de otras experiencias similares, como puede ser la famosa Radio Colifata de Argentina?

-Radio La colifata siempre será nuestra radio madre. Nos diferencia de ella el hecho de que nosotros dadas las caracteristicas de la situación de la salud mental en cada sitio, trabajamos fuera de los espacios clínicos. A veces los visitamos y trabajamos en centros de día y hospitales dando charlas y seminarios, pero la base del trabajo se hace desde fuera de esos espacios, desde territorios no surcados por la idea de enfermedad. Somos una radio dentro de otra radio dentro de la comunidad, dentro de la normalidad más simple y concreta de la comunidad. Pusimos más esfuerzo por combatir los muros invisibles, los muros ideológicos y sociales que nos separaban de la comunidad, que los muros visibles de la institución psiquiátrica como es el caso de la Colifata, la cual retransmite desde los patios del Hospital psiquiátrico J.T.Borda.

-Podríamos decir también que Nikosia fue la primera radio española en importar la idea fundacional de Radio La Colifata: en palabras de Alfredo Olivera (director de dicha emisora) Crear lecho para que fluya el río o lo que sería lo mismo crear un marco desde el cual la persona pueda encontrar espacios para el decir, para estar, para ser más allá de lo que dicta su diagnóstico, y pueda, al mismo tiempo, transmitir o canalizar todo aquello que tradicionalmente se le ha sido negado. De esta forma la radio funciona como una suerte de altavoz para la palabra tradicionalmente velada...

...La idea es que sea un espacio propio para así darle forma a ese intento de hablar de la locura desde la voz que la sufre. Siempre decimos que radio Nikosia increpa a la locura, la cuestiona, se refugia en ella, la expulsa, la redefine, la ubica en el lugar de lo “normal”, la abraza, convive con ella y sus vaivenes, la padece. Somos personas que buscan comunicar y comunicarse como una estrategia en pos de de-construir las bases del propio sufrimiento.

¿Qué papel han jugado las radios comunitarias en la posibilidad de materializar vuestra idea?

-Radio Contrabanda, la emisora libre que nos acogió en sus estudios desde el primer momento, nos permitió salir al aire abanderando la libertad y el respeto como valores principales. Seguramente si ésta no hubiera existido nuestra experiencia no hubiera sido posible o se hubiera desarrollado de forma distinta. Es desde Radio Contrabanda desde donde a día de hoy -después de más de nueve años de historia- seguimos emitiendo semanalmente con la misma ilusión -o incluso más- que el primer día. A pesar de la precariedad de su señal de antena que tiene muchos puntos oscuros incluso en la misma ciudad de Barcelona, y a pesar también del trato vejatorio que están recibiendo esta y otras radios libres de la ciudad por parte de las autoridades, nosotros esperamos poder seguir compartiendo con nuestros oyentes esas dos horas de radio, en las que todos podemos ser protagonistas y dueños de nuestro discurso. Dos horas donde la reivindicación y la reflexión, la música, la poesía, las entrevistas acercan la realidad del loco a todo aquel dispuesto a escuchar.

-Es en este acercamiento donde realizamos una labor casi pedagógica hacia la sociedad, desmontando ideas preconcebidas sobre la locura y los locos y mostrándoles que no somos ni peligrosos, ni incapaces, ni estúpidos, como se suele pensar desde hace siglos.

Habéis conseguido saltar al inaccesible campo de los medios de comunicación generalistas a través de vuestra participación semanal en La Ventana, el magazine radiofónico de la Cadena SER; ¿qué ha significado esa posibilidad para vosotros? ¿Cómo ha surgido el contacto?

Trabajamos desde los medios porque en una sociedad como la actual, tan mediatizada, parece que lo que se diga en ellos sea lo real para la mayoría. Vivimos en la sociedad de la información (pero también de la desinformación) y los medios de masas son generadores de opinión a escala industrial. Lo que no aparezca en ellos se borra automáticamente de la realidad. Hay una máxima radiofónica que ejemplifica bastante bien esta circunstancia: “lo que no se dice delante del micrófono no ocurre”.

En nuestro caso hemos tenido que pelear duro para no dejarnos arrastrar por el mercantilismo aberrante y morboso que nutre la mayor parte de las parrillas de programación. Sin embargo es cierto, que trabajar en colaboración con otros medios de comunicación mayores, es también muy necesario. La idea es llegar al mayor público posible, y eso es algo que te da el hecho de colaborar con Cadena Ser, o Com Radio o Radio 3. El hecho de participar en estas emisoras de alguna forma ha visibilizado nuestro discurso y nuestra realidad a mucha gente ajena a todo aquello que tiene algo que ver con el mundo de la salud mental.

-La posibilidad surgió cuando Gemma Nierga se puso en contacto con nosotros para hacernos una entrevista a partir de la edición del libro “Radio Nikosia: voces que hablan desde la locura” y de ésta surgió la posibilidad de hacer una sección fija en su programa con algunos nikosianos. Aunque nuestra idea era que todos los compañeros que quisieran pudieran participar de forma rotativa en “La ventana”, al final Víctor y Cristina (Princesa Inca) se establecieron como pareja radiofónica en ese espacio. Algo parecido ocurrió con el programa “Tal como som” de Com. Radio o en “Mundo Babel” de Radio 3.

Con experiencia más que probada en ambas caras de la moneda mediática, ¿qué creéis que está envenenando a los medios de comunicación generalistas? ¿Qué ofrecen los medios alternativos y comunitarios? ¿Qué amenazas y oportunidades existen al haber construido un muro tan nítido entre unos y otros?

-A los medios generalistas pensamos que les está envenenando su dependencia a ciertos grupos de poder. La mayoría de medios de comunicación (sobre todo los mass media) se han convertido a día de hoy en voceros de dichos grupos y de sus ideologías políticas, económicas y sociales. De esta forma todo lo que pudiera suponer un peligro potencial o una crítica hacia el discurso de los amos no suele tener cabida dentro de sus parrillas. Sólo así conseguían perpetuar esta especie de status quo social, donde la sociedad permanecía adormecida ante la imposibilidad de decir o de realizar cualquier cambio social significativo. De alguna forma todos o casi todos nos quedamos enganchados a la realidad que presentaban –teles, radios y prensa de audiencias masivas–, desde donde hasta ahora nos dirigían con enormes altavoces, controlados por una elite. Suponemos que resultaba mucho más cómodo que te dijeran qué creer, qué leer, qué peli ver, a tener que lanzarse a la aventura del saber.

Hoy en día con el asentamiento de Internet se ha abierto para la población una ventana desde donde es posible llegar a otro tipo de opinión y otro tipo de información. Acceder a dicha información y compartirla está al alcance de un click. Es en este ciberuniverso donde los medios alternativos y comunitarios pueden llegar con facilidad tanto a la vecina del 2º como a un estudiante conectado en la otra punta del mundo. El trabajo que se realiza desde ellos, al depender únicamente de la responsabilidad ética de aquellos que lo realizan, estaría descontaminado de influencias -digamos perversas- lo que permite trabajar con una libertad que los profesionales de los medios de masas carecen.

Todo lo que se ha movido en España a raíz del movimiento 15-M es un ejemplo del trabajo y de la influencia que puede llegar a tener el trabajo colectivo y comunitario cuando existe una motivación colectiva para salir a la calle y reflexionar conjuntamente. De alguna forma ese recuperar la plaza pública que supuso el 15-M es algo que desde Radio Nikosia y Radio Contrabanda reclamábamos desde hacia mucho tiempo. La salud (de los ciudadanos, de la economía, de la política) es un tema que puede tratarse también en la plaza pública, en el mercado, en el corazón de la ciudad.

LOS MUROS: NIKOSIA, LA ÚLTIMA CIUDAD DIVIDIDA

Desde la caída del muro de Berlín, la ciudad de Nicosia es la única capital del mundo dividida por una muralla. En cada emisión recordáis esa división como una alegoría de los propios muros. ¿Cuáles creéis que son las principales murallas invisibles? ¿De qué materiales están construidas?

-Las murallas invisibles son aquellas que separan a unos grupos sociales de otros y su materia consistiría en un amasijo de falsas creencias, prejuicios, estigmas, miedos, etc. De murallas habría por tanto tantas como grupos sociales denostados, ninguneados, anulados cuando se confrontan con un otro social que se cree superior. Es desde una lógica de las relaciones de poder y la ignorancia desde donde se construyen los prejuicios. En el momento en que alguien piensa que es mejor que otra persona porque ésta última tenga algunas dificultades, y esta idea le impida acercarse a él, de pura soberbia, se levanta un muro invisible. Creemos que todos los seres humanos tenemos ciertas dificultades para sobrellevar la vida -sólo que las de algunas personas son más e-videntes que las de otras- por lo que todas las personas de este planeta seríamos en cierto modo discapacitados. Desgraciadamente las personas tendemos a pensar que “las taras físicas, emocionales, etc” son exclusivas de los demás, porque nuestro ego nos impide hacer una reflexión auto-crítica sobre nuestra conducta, quizás porque de otra forma no seríamos capaces de soportar la carga simbólica que supone admitir nuestra discapacidad. Esto no sería un problema si participáramos socialmente de una lógica donde la horizontalidad, el respeto hacia el otro y su enorme diversidad fueran los valores imperantes, en contra de la uniformidad global que parece que se nos quiere imponer desde los mecanismos de poder.

¿Cómo se de-construyen la locura y la cordura? ¿Qué es la locura y qué es la cordura? ¿Cómo se construye la alteridad desde la locura? ¿Quiénes son los “unos”? ¿Quiénes son los “otros”?

-Según explica Martín Correa-Urquiza en su tesis, RADIO NIKOSIA: LA REBELIÓN

DE LOS SABERES PROFANOS (OTRAS PRÁCTICAS, OTROS TERRITORIOS PARA LA
LOCURA):

“Puesto que el sufrimiento alrededor de lo que llamamos locura es, en una de sus medidas, resultado de cierto tipo de interacciones que se establecen o que pueden establecerse con un contexto hostil a la diferencia que implica esa locura, si modificamos y generamos un otro contexto con otras opciones posiblemente se desencadenaran una otra clase de fenómenos y una otra clase de relación entre el afectado y el entorno y entre el afectado y sí mismo”.

-En otras palabras, a raíz de reflexionar individual y colectivamente cada semana sobre un tema diferente tanto en el espacio de la radio, como en otros espacios que han ido surgiendo a través de nuestra historia como grupo y como Asociación socio-cultural, la mayoría de nosotros hemos empezado a pensarnos como algo más que simples locos o personajes sufrientes, compartiendo nuestra experiencia y nuestro conocimiento, nuestros saberes, con el resto de compañeros y con la comunidad. Hemos podido salir del papel que se nos había asignado socialmente -como enfermos mentales- y hemos asumido nuevos roles, con nuevos significantes poseedores de una carga simbólica diferente, como son el de redactor, locutor, productor, escritor, pintor, conferenciante, etc. De esta forma, una vez abandonada la identidad diagnóstica que nos fosilizaba en cierto modo hemos podido llegar a otras posibilidades de pensarnos como individuos, desprendiéndonos por el camino de ideas que lastraban nuestro funcionamiento respecto al otro. Por decirlo de alguna forma al pensarnos como otros, hemos podido incluir a muchos otros en nuestra vida y esos otros nos han ido incluyendo en las suyas.

-Respecto a la locura y la cordura, si la locura es mantener una conducta fuera de los cánones sociales de la normalidad. Nos quedamos con esos versos de Caetano Veloso que nos recuerdan que: de cerca nadie es normal.

Vuestra lucha principal es contra el estigma, es decir, una marca, una etiqueta ¿Para qué sirven las etiquetas? ¿Con qué las sustituiríais?

- Las etiquetas son sólo eso: etiquetas. Éstas se convierten en estigmas cuando se asocian a ideas negativas por parte del afectado o la sociedad, ideas que varían su significado según las culturas, las creencias, las experiencias y las subjetividades. Hoy en día resulta muy difícil mirar a alguien a quien se le ha colgado una etiqueta, y se ha acabado por identificar con ella, en un lugar distinto a la casilla en la que se le ha encerrado socialmente. En estos casos debería ser la misma sociedad que lo etiquetó quien, a juzgar por sus actos y su esfuerzo, lo situara en otro lugar, pero parece que esto no interesa demasiado. En salud mental, por una crisis, la mayoría cargamos con el peso del diagnóstico toda nuestra vida, hasta el punto en que la misma etiqueta puede acabar suplantando la identidad del sujeto, máxime cuando en el momento del diagnóstico se pone tanto énfasis por parte de los profesionales en la aceptación y cronicidad del mismo. Quizás por esto preferimos hablar de problemas reales que no de memorizar el DSM-IV. Las limitaciones propias y del entorno sumadas a los indeseables efectos secundarios de los psicofármacos hacen muy difícil que una persona diagnosticada se recupere.

-Además resulta curioso comprobar como estudios antropológicos revelan que en un país tercermundista como Sri Lanka, donde en algunas tribus un brote psicótico es entendido socialmente como una posesión “mágica” por parte de los antepasados del sujeto y éste es apreciado o al menos no excluido o rechazado por su condición, exista una mejor evolución de los afectados respecto al todopoderoso Occidente y sus modelos de normalidad y manuales diagnósticos. Por alguna razón, estos estudios tienen menos interés en los medios de comunicación que los ensayos clínicos, y mientras tanto la imagen que se proyecta en los mismos medios de la locura se relaciona directamente con peligrosidad o incapacidad.

¿Qué palabras asociáis a la “locura”? Pasión, sufrimiento, frenesí, delirio, alienación, sueño, castración, extravagancia, arte, incomunicación, aislamiento... ¿Qué palabras asociáis a “cordura”? Cuerda, atadura, represión... ¿Qué palabras definen a Nikosia? La locura que todo lo-cura. Nikosia es un umbral, una plaza íntima, un nuevo territorio de escucha y participación social para y con personas afectadas que desarrollamos una instancia de posibilidades que genera o provoca la inclusión activa de los que se acercan. Por otra parte llevamos adelante una función que podríamos pensar como de pedagogía social, es decir; le contamos a la comunidad lo que significa la locura desde nuestra mirada cotidiana. Tenemos un humilde lema: “rehabilitar a la comunidad para que habilite la posibilidad de la diferencia”.

En este nuevo número de Masta, el tema que hila los distintos trabajos es “lo inesperado” un concepto que conocen muy bien los nikosianos y nikosianas porque en vuestra ágora particular los pacientes entrevistan a los médicos, los locos curan a los cuerdos. ¿Cómo habéis conseguido que eso ocurra?

-Desde nuestros inicios hemos contando con aliados a la “causa” nikosiana desde distintos sectores como son el de la salud, la comunicación, las artes. Ha sido gracias a ellos en gran parte y su predisposición a pasar por los micrófonos nikosianos que ha sido posible ese cambio de papeles (de entrevistador a entrevistado y viceversa). Siempre nos cuentan que la experiencia es muy enriquecedora y a lo largo de los años ese grupo de aliados no ha dejado de crecer. Podemos sentirnos afortunados de tener tantos amigos que se acercan a nosotros y nos dan su apoyo, colaboran, comparten con nosotros su tiempo, su conocimiento y su corazón. De alguna forma pensamos que en el momento en que acercan a nosotros comprenden que no somos tan diferentes como a priori suponían, y que a pesar de los pesares no dejamos de ser personas que trabajamos y luchamos, que nos esforzamos, que sufrimos y disfrutamos con aquello que hacemos porque es este saber-hacer lo que da sentido a nuestra vida.

ALZANDO LA VOZ: LA ORGANIZACIÓN

¿Qué es ser un nikosiano y nikosiana? O ¿qué es Nikosia para vosotros los nikosianos y nikosianas?

-Ser nikosiano o nikosiana es ser muchas cosas. Por ejemplo es ser miembro de un grupo donde se admite la posibilidad de decir lo que no suele ser admitido en la sociedad. También es luchar desde los medios porque se reconozcan nuestros derechos inalienables como ciudadanos. Es asumir una actitud reivindicativa, rebelde contra las injusticias. Es defender como posibilidad lo que llamaríamos una locura sana en estado puro.

¿Este proyecto ha conseguido cambiar vuestra realidad? ¿En qué sentido? ¿Por qué creéis que ha sido?

-Un poco creemos que ya hemos respondido a esta pregunta, aunque sea generalizando. Cada persona que pasa por Nikosia la vive de forma distinta, por tanto esa transformación o esa evolución es algo que cada uno vivimos de forma particular. Quizás la pregunta no sea en qué sentido ha cambiado nuestra vida, sino que como decíamos antes a muchos el hecho de estar en Nikosia ha dado sentido a nuestras vidas.

¿Cómo se organiza el Universo Nikosia? ¿Y cada uno de los programas que creáis? ¿Recordáis vuestra primera emisión?

- Nikosia funciona sobre un principio de horizontalidad entre sus miembros. No hay diagnóstico que genere distinciones, es un espacio de radio. Todo lo que emerge de Nikosia, todo lo que la envuelve es presentado y discutido en una asamblea semanal. En ellas cada voz es igual de valiosa, siempre que cumpla unos requisitos mínimos de respeto y comprensión hacia los demás. En cualquier caso, cuando estos mínimos no son posibles, el colectivo no se fragmenta, solamente ralentiza la toma de decisiones. De este modo la Asociación Socio-Cultural Radio Nikosia se ha convertido entre otras cosas en un modelo de democracia en la que la libertad, la igualdad y la fraternidad son algo más que bellos conceptos encerrados en los libros de historia. Para nosotros la libertad de ser nikosianos es una realidad que disfrutamos y en ocasiones -las menos- padecemos, pero que en cualquier caso siempre es un motivo para seguir adelante en la lucha contra el estigma.

- Como decíamos antes hay uno de los proyectos de Nikosia que se centra en las charlas y conferencias de sensibilización dictadas por sus miembros. Esta situación se fragua tanto escuelas, institutos y universidades, como en congresos o jornadas. Lo más importante, dentro de la labor de sensibilización, es que la misma se genera a partir del encuentro cara a cara entre personas diagnosticadas y no diagnosticadas de problemas de salud mental. Es en el encontrarse entre personas que el estigma tiende a desaparecer. Es cuando el sufrimiento mental se hace más humano para las personas, más comprensible, se hace más cercano, de algún modo menos abstracto. Por otra parte, estos son los momentos cuando los afectados asumimos el rol de conferenciantes, de dueños de la palabra y ofrecemos nuestras perspectivas, nuestros puntos de vista, nuestras vivencias, dolores, etc.

¿Cuál es la relación que tenéis con vuestra audiencia? ¿Creéis que existe un diálogo con ella? ¿Cuál ha sido la reacción que más os ha sorprendido?

-Sin duda. Nuestra audiencia nos hace llegar sus mensajes, sus dudas, sus cuestiones ya sea por teléfono (en directo) o mediante correos electrónicos, participando del foro nikosiano, etc. Normalmente son personas que han pasado o están pasando por la experiencia de vivir un trastorno mental -ya sea en primera persona o como familiar- y nos reclaman un poco de luz o un poco de esperanza que les anime y les de fuerzas para soportar el trance que están viviendo.

-E incluso alguno de ellos acaban pasándose por la radio y participan del programa desde este lado de la emisión. Resulta muy gratificante saber que aunque no siempre se manifieste lo que haces está ayudando a personas que están sufriendo en la soledad de sus habitaciones y que nuestra experiencia individual y colectiva les hacen un poco más llevaderas sus rutinas de sufrimiento.

¿Cómo surgió la idea de crear la Asociación Socio Cultural Radio Nikosia? ¿Cuáles son los principales retos a los que os enfrentáis?

-Nació como consecuencia del mismo empoderamiento de las personas participantes dentro del dispositivo de Radio Nikosia. Como una forma de responsabilizarse social y activamente a la hora de llevar adelante la iniciativa. Radio Nikosia viene funcionando con el apoyo de otras entidades desde el año 2004, pero es a partir de fin del 2007 que se transforma en asociación independiente con la firma de sus nuevos estatutos y la participación de 45 socios fundadores, 40 de los cuales son personas con problemas de salud mental. Entre sus socios figuramos fundamentalmente personas en tratamiento psiquiátrico, pero también profesionales del ámbito de la salud, la antropología, la comunicación, la psicología y las artes en general. Somos una entidad multidisciplinar que busca trabajar la salud desde ámbitos comunitarios y culturales, a partir de prácticas y dinámicas de participación permanente en la comunidad.

-Nuestros principales retos se centran en la necesidad de generar instancias para la resocialización, el restablecimiento de las redes sociales de los afectados, así como la recuperación de un rol activo, con sentido, dentro de la comunidad y sus dinámicas. Al mismo tiempo, la tarea se centra en una labor conjunta para, con, y hacia la sociedad, ante la necesidad de la de-construcción del estigma en tanto generador de un tipo de sufrimiento que suele denominarse, social. La asociación Nikosiana es una entidad cultural y social que se mueve entre ambos campos, de eso se trata.

-En términos legales la Asociación es una entidad sin ánimo de lucro. La junta directiva está formada por los propios participantes.

- No son pocos lo objetivos que pretendemos y entre otros figuran los siguientes: * Organizar, desarrollar y difundir actividades didácticas, culturales, de comunicación y educativas en el medio universitario y en la comunidad en general en favor de de-construir el estigma social que existe en torno a la problemática mental.
* Proporcionar información, orientación y apoyo a personas diagnosticadas de enfermedad mental.
* Promover y velar por los derechos sociales y civiles de las personas con enfermedades mentales.
* Llevar adelante la promoción y dignidad de las personas diagnosticadas de alguna problemática mental, y extensivamente, los grupos sociales marginados y carentes de derechos básicos o de inserción en nuestra sociedad actual.
* Promover la acción y la concienciación ciudadana en relación al tema de la salud mental de cara a la de-construcción de los prejuicios existentes a nivel de la comunidad.
* Difundir socialmente las opiniones y derechos de las personas diagnosticadas de algún tipo de problemática mental y desarrollar actividades que favorezcan el denominado “empowerment” (empoderamiento) de las propias personas diagnosticadas de enfermedades mentales.

- Es más, las áreas y proyectos desarrollados abarcan áreas como el periodismo y la comunicación, las artes plásticas, poesía y literatura, serigrafía, música, fotografía, además de una ardua difusión, sensibilización social y pedagogía social.

¿Qué ha sido lo más reconfortante de vuestro proyecto durante estos años? ¿Hacía dónde dirigís ahora vuestras voces?
-Lo más reconfortante sería comprobar como lo que empezó siendo un pequeño proyecto con apenas cuatro o cinco personas ha ido creciendo con los años. Que con el paso del tiempo los vínculos que nos unen entre nosotros se han ido fortaleciendo y que nuestra labor está siendo reconocida cada vez más. El último gran reconocimiento que hemos tenido sería la posibilidad de abrir nuestro propio club social, con sede en el Centro Cívico del Convento de San Agustín, un espacio en pleno corazón de Barcelona, desde donde realizamos actividades como talleres, cursos, etcétera, abiertos a todos aquellos miembros de la comunidad que quieran participar de ellos.

-Nuestras voces además están preparadas para combatir la absoluta patologización de la conducta humana que se nos viene encima con la próxima publicación del DSM-V, donde todas las personas del mundo cabrán en alguna u otra categoría diagnóstica. Además de seguir luchando contra lo que consideramos verdaderos atentados contra los derechos humanos como son los tratamientos ambulatorios involuntarios o ciertas dinámicas manicomiales que se intentan volver a imponer en los servicios de salud mental.

-De una u otra forma seguiremos luchando y esperamos poder contar en el futuro con vuestra complicidad y con vuestra ayuda.

martes, 27 de septiembre de 2011

DEL ESTADO DEL BIENESTAR A LA INSOPORTABLE LEVEDAD DEL SER O COMO ESTAMOS CONFUNDIENDO EL TOCINO CON LA VELOCIDAD



Mientras trataba de "emparejar" mi ponencia para subirla aquí, me encontré con el resumen de la que realicé para la inauguración hace unos tres años, de "El Drago". He decidido subirla porque me parece que está perfectamente ajustada a la temática del Seminario, y la verdad que me podía haber ahorrado el trabajillo de hacer otra (Miguel seguramente me hubiera sacado entonces el pasaje para las seis de la mañana....).
Corto y pego....

DEL ESTADO DEL BIENESTAR A LA INSOPORTABLE LEVEDAD DEL SER O COMO ESTAMOS CONFUNDIENDO EL TOCINO CON LA VELOCIDAD
Cuando me propusieron el desarrollar esta ponencia, para variar, acepté, sin pensarlo demasiado, ya que tengo vocación de follonero. Luego, como siempre, me encontré con el problema práctico de que tenía que pensar de que hablar y de que además tuviera relación con la inauguración de “El Drago, Servicios Sociales”. Si además, resulta que necesitaba que no se me ocurriera un tostón, y pretendía incluso disfrutar del hecho, pues imagínense que en principio no se me ocurrió de que podía yo hablar que cumpliera con semejantes autoexigencias. Y como me pasa con casi todo, la solución la tenía delante de mí. El profesional que les habla, lleva años escandalizado con lo que está ocurriendo en relación a las personas menos protegidas por nuestra sociedad: los niños y los ancianos. No pintan nada, son estorbos, en una cultura donde lo mejor es lo más cómodo, lo mas simplón, pero sobre todo lo más rápido. Claro, si aplicamos estas palabras a las relaciones humanas, pues resulta que sale un churro de relación, o un tocino con poca grasa. Porque las relaciones humanas son la clave, son el todo de lo que somos como individuos y como sociedad. Y las relaciones humanas no se llevan nada bien con la velocidad, con la simplicidad y con la comodidad. Las relaciones humanas son la esencia de mi trabajo como psicólogo, son la esencia del trabajo del médico y del psiquiatra, son la esencia del trabajo del fisioterapeuta y del acupuntor, son la esencia del trabajo del vendedor de hipotecas basura, en definitiva, sin ellas, no habría nada, ni siquiera una crisis económica, que posiblemente ha venido fundamentalmente por confundir una vez mas el tocino con la velocidad. Sin las relaciones humanas nos alienamos, enloquecemos.
Se me ocurre que podíamos empezar por estudiar la calidad del churro, del tocino que estamos produciendo. Les voy a presentar a continuación algunos datos que he podido encontrar sin mucho esfuerzo, ya que hay toneladas de datos y estudios, mas o menos objetivos en la mayor parte de los casos, que dan una idea de la magnitud del problema al que nos enfrentamos.
En el año 2007, la Generalitat de Cataluña, reconocía ser incapaz de contener el gasto que generaba la prescripción de psicofármacos, reconociendo además que se estaba sobre prescribiendo, especialmente la medicación antidepresiva.
Por otra parte en la última década, se ha pasado de producir dos toneladas de anfetaminas a mas de dieciséis toneladas, destinadas a su uso médico. Si tenemos en cuenta que España es el tercer país de Europa en prescripción de medicación psiquiátrica a niños, y que el 70% de ellos no ha sido testado en menores, el panorama es aterrador. Además, nos topamos con la naturaleza del diagnóstico psiquiatrico, hasta el punto en que profesionales como Eglée Iciarte, doctora de la Universidad Autónoma de Madrid asegura que el 99% de los niños diagnosticados de Hiperactivos, están en realidad sanísimos, y han sido en realidad medicados por la demanda insistente de los padres y la complacencia de los médicos.
En cuanto a nuestros mayores, mas de lo mismo. En un estudio (2007) realizado a lo largo de cinco años, en donde se estudiaron a mas de once mil usuarios de 152 centros geriátricos, se concluye que existe una excesiva utilización de fármacos con propiedades anticolinérgicas y sedativas, por lo que se deberían realizar intervenciones específicas, con la finalidad de mejorar el uso racional del medicamento en este sensible colectivo de pacientes.
Si esta situación se ha seguido desarrollando a lo largo de los años, es de suponer que beneficia en algún sentido al mismo sistema. Una pista importante la podemos encontrar en los factores que influyen a la hora de prescribir la medicación ante un determinado trastorno. En relación a las prescripciones psiquiatricas adquieren una muy especial importancia factores como las estrategias de marketing de las farmaceuticas, los Vademécum, los incentivos, los esfuerzos de los laboratorios, y todo lo relacionado con el negocio y la industria. Mas relevante aún es la presión de asistencia y la prescripción de complacencia, y la demanda del paciente, que adquieren una dimensión que no tienen otras disciplinas médicas.
Por otra parte, esta realidad asistencial, se nutre de la naturaleza, como ya mencioné antes, del diagnóstico psiquiátrico, que se basa en una serie de categorías diagnósticas elaboradas en comités de debates mas o menos privados que ocultan el proceso de elaboración de las mencionadas categorías.
Todo esto, aderezado por el esfuerzo cosmético de la industria farmaceutica que oculta los efectos adversos de muchos de sus productos, y que cuando esto no resulta, soborna y paga a profesionales para que apoyen su producto, investigando o negando los efectos adversos.
En mi opinión, uno de los motivos de todo esto es que hemos optado una vez mas por lo mas cómodo y barato, la medicación, como forma de solucionar problemas complejos. Al final hemos confundido el tocino con la velocidad, y la factura de tal confusión la estamos pagando mucho mas cara de lo que creemos. Hemos optado por el TENER mas que por el SER.
Por eso una empresa como la que inauguramos hoy, tiene sentido, es necesaria. En vez de recetar pastillas, ayudemos a gente para que pueda ayudar a gente. Gente relacionándose con gente, y si además esto se hace con sabiduría y con cariño, estaremos poniendo una solución, no temporal sino de futuro. Estaremos invirtiendo en la sociedad, y esa inversión volverá multiplicada. Desde luego, esta empresa sería innecesaria si, como decía antes optáramos mas por el SER en vez de por el TENER, pero entiendo que estoy hablando de una utopía. Eso nos daría el tiempo necesario para no tener que recurrir a terceras personas, podríamos ir mas lento, ocuparnos nosotros mismos de nuestros mayores, de nuestros hijos, de nuestros enfermos. Pero entre contar con gente que cuide, o contar con la pastilla, creo que propuestas como la de mis amigos Miguel, Virginia y Montse, son una opción mas que aceptable.

Jesús Castro Rodríguez
6/2/2009
http://www.sadeldrago.com/index-3.html

lunes, 26 de septiembre de 2011

Acompañamiento terapéutico: Clínica y ética del pastoreo.





Cuando me invito Miguel a participar en estas jornadas, aparte de sentirme muy halagado, me puse a leer los antecedentes y los postulados sobre los que ellos trabajan. Cuando días después me llamó para pedirme un título, un poco acorralado, le dije: Acompañamiento terapéutico: clínica y ética del pastoreo. Le avise que lo del pastoreo lo podía eliminar de los títulos oficiales y que ya lo explicaría yo en directo con mi mejor sonrisa y con todo un argumento teórico que en esos momentos no tenia. Espero ahora si tenerlo pero ustedes mismos juzgaran. Me refiero al pastoreo, a pastorear, con el ánimo de ridiculizar la palabra acompañamiento. Acompañar para mi es una palabra que va cargada de todo un campo semántico que concierne a la bondad, a los pobrecitos, a la paz, la esperanza y la caridad. Conceptos estos en muchas ocasiones malentendidos, sobreutilizados y a menudo pervertidos. Lo digo desde mi perspectiva. Mi perspectiva que no es otra que la de un tipo que pasó su infancia en un colegio de monjas y que tenia fe en esta cosa de la bondad. Al referirme a que el acompañamiento suena a pastoreo digo que suena a pasear al rebaño. A volver a los locos dóciles, a una especie de mansedumbre en la servidumbre.

Me comentó un ilustre psiquiatra aquí presente el amigo Paco Ferrández que la clínica del acompañamiento se ha desarrollado hasta el punto de que en argentina ya hay hasta una cátedra . Esta llegando a un nivel de teorización que ni el coaching. Por otro lado, y esto es lo que rondaba en la cabeza desde el principio, los psicólogos y psiquiatras que trabajan en las unidades de internamientos de agudos o de crónicos, en los centros de salud, en los hospitales de día, o incluso las unidades de tratamiento de las adicciones se han convertido en expertos acompañadores. El loco es un tipo que tiene un defecto en la cabeza y que no se da cuenta. Nuestro trabajo se ha convertido en acompañarlo dándole largas. Poco a poco por reducción al absurdo, por aburrimiento, los locos han de entender que están equivocados y que son víctimas de su pensamiento. Que deben dejarnos a nosotros la responsabilidad de todas sus decisiones y de su vida en general. Esto no es acompañamiento esto es sometimiento. Un sometimiento además que carece de la tranquilidad ideológica que aporta un régimen fascista claro. Ni siquiera tienen la posibilidad de ver un enemigo evidente. Claro, la gente es tan amable y quiere tanto mi bien que como me voy a rebelar, se preguntan. Es un totalitarismo ideológico de baja intensidad que inunda todo de burocracia y de protocolos que se cristalizan en un buenismo, en una bondad, en un amiguismo que tiene efectos absolutamente perniciosos sobre la evolución de muchas personas que padecen psicosis. Leía hace poco, buceando en textos de psiquiatría transcultural, que muchas psicosis evolucionan mejor en los países del tercer mundo. Y cuanto menos occidentalizados y más rurales mejor. Es alucinante. Todo nuestro arsenal terapéutico y todos nuestros protocolos no valen nada ante un pequeña sociedad con una cierta tolerancia y una red social de gente que se conoce.

Y aquí mientras tanto en occidente leyendo protocolos y unas cosas llamadas manuales de manejo. Dicen manejo, como manejarles. ¿Como se puede enseñar a alguien a manejar a otra persona? No hace mucho habia protocolos similares si sospechabas que tu vecino era judío o si tu creias que tu vecino conspiraba contra el estado o si alguien quería un pasaporte. Pero esto es peor. Creemos que es por su bien. Pero es mentira es por nuestro bien. Si perseguimos a enemigos del estado es por el bien común, partiendo de la base de que el estado somos todos. Si aleccionamos y normalizamos a psicóticos también es por nuestro bien común. Conseguimos preservar la integridad de nuestra ideología. Como dice Foucault, absolutamente actual hoy, cualquier sociedad puede definir la locura de tal manera que ciertas personas caigan en esa categoría y sean aisladas. Pero el poder no sólo determina la normalidad y la locura, sino también el conocimiento.
Muchas veces se ha dicho que el conocimiento produce poder; pero Foucault le da vuelta a la mesa y afirma que de la misma manera el poder produce “conocimiento”. De modo que los que tienen el poder son los que determinan lo que es normal, lo que es justo y lo que es verdad.
Y es que los locos dan miedo. Los niños siempre ante un loco se quedan entre la fascinación y el terror. Los adultos supuestos cuerdos también. Un loco puede matar a varias personas por sus ideas enfermas. Un cuerdo también. Un loco no se da cuenta de lo erróneo de sus ideas. Un cuerdo tampoco. Lo único que nos diferencia es que los neuróticos habitualmente nos podemos adaptar, tenemos cierta posibilidad de dialéctica. Nos modificamos con el entorno, con el mundo. Los locos muy locos están en otra posición. Estos locos dicen: que cambie el mundo que es el que me ataca. Este posicionamiento tan divergente y radical, en ocasiones, te puede llevar a protagonizar revoluciones ideológicas, artísticas, científicas o por otro lado de cabeza a un psiquiátrico para toda la vida. Depende del tino que tengas en el manejo de una dialéctica en la que no crees. Por supuesto no es tan fácil definir la locura, pero el trato que se dispensa a la locura tiene que ver con lo insoportable de la diferencia. El acompañamiento, los cuidados y el apelativo de enfermedad son el fruto de algo que podríamos denominar la neurosis democrática. La neurosis democrática es un procedimiento para hacer con la diferencia desde el respeto, la dignidad, la fe, la esperanza y la caridad. Pero el resultado no es más que la imposición de esos valores. 

Pero volvamos con el acompañamiento. He dicho que la clínica de la locura se ha vuelto un acompañamiento en el peor sentido de la palabra. La clínica de la locura se da en muchos lugares y se presentifica en muchos tipos de profesionales. Existe por supuesto redundante la figura del acompañamiento terapeútico. Gente que sabe como acompañarte si estas como una cabra. Están cerca tuyo y saben lo que decir para que al acompañarte por lo menos no te pongas peor. A parte están los psicólogos clínicos. Los hay incluso expertos en psicosis. Escriben guías de como hablar con un psicótico. Creo que son ese tipo de gente con la que especialmente una persona psicótica no quiere estar. Un experto en él. ¿Puede haber algo más referencial y psicotizante? También estamos los psiquiatras. Los hay expertos en bipolar, expertos en esquizofrenia pero cuanto más expertos menos hablan con los pacientes. Además los psiquiatras ya no vemos pacientes, vemos síntomas y química. Frases sueltas que se rellenan con una paleta de cuatro tipos de moléculas. Por último además están los asistentes sociales, los enfermeros expertos en salud mental, los terapeutas ocupacionales y los auxiliares de salud mental. En definitiva un ejercito de acompañadores especializados en cachos de loco.

Pero al margen de todo esto y prácticamente soterrado y olvidado está esto que denominamos clínica de la locura. Mi charla de hoy es un intento de explicar que se puede hacer algo más que acompañar. Que no hay que inventar nada sólo hay que retomar una clínica y una ética.

Siguiendo la definición La Clínica es, —la disciplina más importante en el ejercicio de la Medicina y la Enfermería junto a la terapéutica—, sigue los pasos de la Semiología, ciencia y arte de la medicina, en el proceso indagatorio orientado al diagnóstico de una situación patológica (enfermedad, síndrome, trastorno, etc.), basado en la integración e interpretación de los síntomas y otros datos aportados por la anamnesis durante la entrevista clínica con el paciente y los signos de la exploración psicopatológica.

La clínica es por lo tanto una integración de datos y una interpretación. En medicina esto parece fácil y no tiene necesariamente que incluir a la subjetividad del clínico. En el campo de lo psíquico la subjetividad del clínico es inevitable, imprescindible y puede ser utilizada en beneficio del paciente o por contra resultar un duro escollo. La sujetividad del clínico es además depositaria de todo el entramado social que se construye en torno a la locura. La subjetividad del clínico es, en palabras de Foucault, víctima de toda la microfísica del poder, de todo el entramado reticular de pequeños estamentos de dominación. Cuando un clínico toma una determinación no responde ante el estado, tampoco ante tal o cual protocolo, sino que a menudo subjetivamente responde ante el compañero que participa en la creación de estos protocolos, ante el jefe que quiere aumentar la productividad y bajar la estancia media o ante la familia que quiere que el loco no esté en casa por poner algunos ejemplos. Y al final de todo esto está el loco diciendo que es víctima de una conspiración. Nadie le escucha pero si lo vemos desde Foucault tiene algo de razón.

La clínica que se hace actualmente esta influenciada por los diferentes avatares socio-sanitarios de nuestra época y nuestra sociedad así como por la formación de un clínico. Lo que da lugar a dos tipos irreconciliables de clínicos.

Está por un lado el profesional que atiende diagnósticos de libro. Una especie de clasificador que mantiene la relación clínica de absoluta asepsia con el paciente. Este tipo de profesionales se refugian en las clasificaciones actuales e intentan anular su subjetividad. Digo intentan porque el hecho de borrase de la relación no es sino una declaración absoluta de su posición subjetiva. Es decir, me borro porque el loco no es una persona. Es la esquizofrenia de la 503 o el bipolar de la 502 bis. Mi misión es actuar quirúrgicamente para librar a este pobre diablo de la gripe mental que le hace desaparecer. Bien pensando es la respuesta más lógica. Ante el horror de una subjetividad que por momentos se diluye nada mejor que diluirse con él. Y ojo esto a veces hay que hacerlo, en plena efervescencia delirante en ocasiones hay que hacer ciertas cosas porque si. No siempre se puede pactar con el loco. La cuestión es si el borrarlo como persona es deseable como horizonte terapéutico. Por supuesto no sólo desde el paradigma más organicista se dan este tipo de clínicos. En muchas ocasiones desde planteamientos teóricos disidentes como el psicoanálisis o la terapia sistémica uno puede asumir la misma posición y refugiarse en etiquetas y demás bagatelas

Por otro lado tenemos a los clínicos que apuestan por el sujeto. Si, apuestan por eso mismo que en la locura a veces parece desvanecerse. No es tanto la pregunta sobre el esquizofrénico de la 503 sino por que le pasa a Mariano o a Maribel. No solo que le pasa sino que hace que se descompense, en que situación social está, como fue el primer episodio, con que familiares o red social podemos contar o que tipo de alianzas y que tipo de relación podemos establecer con él de tal forma que le sea soportable y no le pongamos peor. Esto que puede parecer una tontería, en mi opinión, tiene efectos absolutamente salutíferos en el loco. Por un lado al contar con él y medir la magnitud y el tipo de trato que le dispensamos le devolvemos parte de su subjetividad y parte de su responsabilidad como persona. En la locura esto es imprescindible porque si algo flaquea es esto de la identidad. Por otro lado le ofrecemos un lugar no tan hostil donde puede volver acudir no sólo obligado. Pero claro la cura de la locura no es tan fácil como dispensar un buen trato simplemente. Y es que hay otra parte de la clínica que tiene que ver con que hacer con el delirio. En este punto también podemos ver dos tipos de clínicos. Están los que creen que las ideas delirantes y todo el razonamiento del loco es enfermo e inútil y por lo tanto no merece la mas mínima atención ni confrontación y también están los que creen en la función del delirio. Esto que parece una obviedad es un invento bastante reciente en la historia de la psicopatología. Es un invento de Freud. Freud fue el primero que sostuvo que el delirio era un intento de curación por parte del loco. Lo hizo analizando un texto escrito por una persona ingresada en un manicomio. El texto era Memorias de un neurópata o según la traducción de un maestro de Paco y mio, Jose María Alvarez Hechos dignos de ser recordados por un enfermo de los nervios. Y el autor era el Dr P. Scherber. Schreber era un juez alemán que se volvió loco poco antes de ser nombrado Presidente del Tribunal de Apelaciones de Sajonia. La tesis sostenida por Freud en su texto de “Observaciones sobre un caso de paranoia autobiográficamente descrito” de 1910 es que la paranoia es producto de la represión de impulsos homosexuales. Aunque a día de hoy en el psicoanálisis actual no se sostiene esta teoría si que es muy ilustrativo el acierto de Freud al pensar el delirio como una maniobra autocurativa por parte del paciente. Todo la explicación delirante de Scherber es un intento de pactar con dios. Un dios que, mediante el uso de lo que Scherber denomina los nervios divinos, ha fragmentado su identidad en una multiplicidad de ideas parásitas y una xenopatía sin freno. Tras diez años ingresado y con este delirio por escrito consigue cierta paz y aparca en el tiempo el proceso de eviración que dios le tiene preparado. Como experto en apelaciones consigue el alta y se va a su casa donde pasa estable 7 años hasta que ingresa de nuevo y poco después muere. Durante el tiempo de calma el único detalle reseñable es cierta inclinación a ponerse ciertos adornos femeninos puntualmente. Por lo demás sigue escribiendo y jugando al ajedrez. La enseñanza de este caso es el valor del delirio como estabilizador. La duda es: merece la pena pasarse diez años sufriendo para sostener tu identidad. O es mejor tomarse una buena dosis de neuroléptico todo los días y así evitar la continua invasión de ideas y sus posteriores reflexiones Estoy seguro de que Schereber habría agradecido en muchos momentos unos cuantos neurolépticos. Es más posiblemente no habría escrito sus memorias si hubiese recibido diariamente su cuota de inhibidores del pensamiento. La cuestión es si eso lo puede decidir un clínico y o un juez y hasta que punto es recomendable. Para resolver este dilema voy a acudir a un concepto lacaniano que es el goce. Hablando rápido y mal el goce es eso que no vale para nada. Es una cosa que nos fastidia la vida pero que no queremos dejar nunca. Las toxicomanías serían el ejemplo más claro de lo que es el goce. Bien, en las psicosis el goce no está regulado. Las personas psicóticas cuando enferman son súbitamente victimas del Otro. Les roban el pensamiento, les miran, les acosan, se rien de ellos, etc. Son objetos del goce del Otro. Pero la respuesta de ellos en muchas ocasiones es el delirio. El delirio es la forma de estar a la altura del Otro que goza de ellos. Es ser tan importante como para que la CIA te vigile. Y eso claro es también un goce. Este paciente del que hablaba hace un rato, cuando se le pasaba el delirio me decía:” la verdad es que cuando me pongo así, durante una semana soy el rey del mambo”, me lo confesaba con el secretismo del que se toma a escondidas el vino de misa”. Hay todo un goce en el trabajo delirante y hay por tanto una responsabilidad en ese trabajo. Es este punto donde adquiere importancia la figura del clínico. El clínico es ese que ha de saber un poquito más. No tanto de diagnósticos o etiquetas sino de como atemperar y manejar el goce loco. De como devolver al sujeto la responsabilidad sobre su locura y sobre sus actos. Ha de ser capaz de orquestar todo el entramado socio-sanitario para que el mensaje de vuelta al loco este a medida de su delirio y de su posición. No se trata de si tiene que delirar y hay que dejarlo por ahí vagando o si hay que medicarlo hasta que sea de madera. Se trata de un uno x uno. Se trata de que no hay dos personas con esquizofrenia iguales. Se trata de que el trabajo del clínico es estudiar detenidamente las condiciones de desencadenamiento y los antecedentes previos. Se trata de saber que es lo intocable para esa persona.

Desde el psicoanálisis se ha estudiado mucho cuales son las condiciones para que una persona enloquezca. La mayoría de los clínicos si que saben que hay desencadenantes lo que no tiene claro es que guardan algo en común. Como dice J.Claude Maleval “ que tienen en común una mudanza, un premio de lotería, un examen, una promoción profesional, un castigo, la partida de un amigo, la muerte de una madre, el nacimiento de un hijo”. Todas son situaciones en las que una persona acusa una carencia original que termina su estructura. Son situaciones que pueden significar para un sujeto el llamamiento a representar algo que nunca había hecho y para lo que no tiene representación simbólica. Para explicarlo mejor, el supuesto desvarío de los niveles de dopamina no pasa porque si. Siendo científicos y siguiendo los principios de la termodinámica un virus o un defecto congénito no pueden ser los agentes causales de las Memorias de Schreber. La locura, el delirio son respuestas ante algo que se escamoteó en el desarrollo del individuo. Algo que tenía que ver con la adopción de lo simbólico en la medida en que este conforma lo que llamamos identidad. La misión del clínico es saber de eso. Guiar de la buena manera a la persona que atiende para que esta sea capaz de mantenerse a cierta distancia de todo lo que supone ese llamamiento a la locura. Les voy a contar brevemente otra pequeña viñeta clínica que me contó otro colega. Cambiaré datos y resumiré para evitar contar demasiado. Se trata de un hombre con un puesto de responsabilidad y público. En el momento de jurara un cargo y pronunciar un texto conocido de estos tipo performativo, enloquece. Todos le miran y alguien de las altas instancias anda detras de él. Es un tipo culto y muy estudiado y consigue defenderse de estas ideas y acepta un tratamiento que apacigua todo los síntomas. Pero no se queda contento con lo cual acude a un psicoanalista. Con el psicoanalista es capaz de reconstruir parte de la historia y recuperar el sostén y todo lo imaginario que le permitía andar con éxito por la vida. Tiempo después decide volver a postularse para ese puesto de relevancia. El analista le insta a no hacerlo. Le asegura que va a enloquecer. El paciente ahora seguro y asintomático le dice al analista que está loco, que como le va a afectar eso ahora. Tres días después en la misma escena vuelve a enloquecer. Hay algo en esa nominación intocable para él. Y lo será siempre.

Bueno quizás he dicho ya muchas cosas. Quisiera añadir algo más sobre que es ser un clínico. Un clínico no es sólo un psiquiatra o un psicólogo. Un clínico en nuestra disciplina es una posición en la que estás. Puedes acompañar al ayuntamiento a un loco desde la posición de clínico o desde la posición de asistente social exclusivamente. Puedes pincharle una vía a un loco como enfermera o como clínico pincharle una vía a Fernando que ya sabemos como hay que hacerlo y los tiempos y pasos que hay que dar. En definitiva para hacer bien un trabajo normalmente hay que estudiar y algo más. Ese plus tiene que ver con una ética. Se puede estudiar mucho y saberte el Kaplan o el Vallejo de memoria y no saber nada más por la ceguera de creer que has encontrado el lugar de la verdad. Esto me hace recordar una anécdota con un compañera. Una residente. Era una residente de la cual me llegó el rumor de que decía absolutamente indignada que Carreño no creía en el diagnóstico de trastorno esquizoafectivo. Mi disertación con ella al respecto fue algo más amplia que la idea de no creo en esto pero creo en esto otro, pero en fin, ella se quedó con eso. Lo que a mi asombra, casi me aterroriza es que ella no albergue la más mínima duda sobre un diagnóstico que se inventó un señor yanki en 1991. Quiero decir con esta historia que la ética desde la que uno trabaja implica lo que estudias y como lo estudias. Implica que posición tienes sobre lo que se considera el conocimiento y como este conocimiento y el propio vacío que alberga lo empleas en el tratamiento de personas. Y es que no olvidemos que en psiquiatría desgraciadamente no es como en la medicina. En psiquiatría un diagnóstico no te da un tratamiento claro ni un pronóstico evolutivo con lo cual su utilidad es bastante mínima. Es más una utilidad burocrática. Por lo tanto es mucho más acertado formarse en una dirección donde se pueda hablar de variables que si pueden afectar a la dirección de una cura y a la evolución de una persona loca. Es en definitiva más adecuado, a mi entender, no responder a la llamada de un loco, con la misma moneda, que no es otra que la certeza, es decir, la idiota certeza en los postulados de nuestra neurosis democrática.

Bien para terminar quisiera añadir un pequeño detalle. Antes de terminar este texto le mandé un previo a mi amigo Raúl. Raúl es un compañero de trabajo en el sentido de que el hace de loco y yo hago de psiquiatra en este mundo. Raúl escribe y habla muy bien. Entonces yo que escribo de forma atolondrada y que sostengo que la gramática es sólo un consejo le mando a veces mis textos para que me diga si se entienden y si son correctos. Me dijo que si que estaba bien y añadió que le gustaba como se entremezclaba, la clínica, el psicoanálisis y la antipsiquiatría. Me quedé meditabundo a la hora de terminar el texto. Quisiera aclarar antes de terminar que esto que le he contado no es una vuelta a la antipsiquiatría. La antipsiquiatría fue algo importante y necesario en su momento. Fue también como decía Lacan un movimiento de liberación de psiquiatras. Eran los psiquiatras los que estaban hartos de encarnar el papel de legisladores. Ahora no se trata de eso, se trata de volver a una clínica y a una ética. Se trata de atender a la locura de una manera que nos implique personalmente. Esta es la única condición para trabajar en la supuesta salud mental. Aceptar que te va a implicar.




Javier Carreño

Vigo

20 de Septiembre de 2011


miércoles, 31 de agosto de 2011

ABIERTA INSCRIPCIÓN PARA SEMINARIO


Abierta la inscripción para el seminario de Lanzarote. ¿Acaso no os parece tentador pasar unos días en la isla y conocer un poco mejor lo que se está moviendo fuera de los discursos oficiales de salud mental? Psiquiatría, psicología, psicoanalisis, familiares, locos que se aferran a la más cuerda de las locuras y mucho más.

Para aquellos que estéis interesados en http://www.sadeldrago.com/  encontraréis la info de inscripción. Venga que cuantos más seamos más nos reiremos.

martes, 26 de julio de 2011

EL SEMINARIO

Ponencia: El acompañamiento terapéutico. Clínica y Ética.
Javier Carreño Villada (Valladolid)
Psiquiatra-Psicoanalista.
Durante años ha formado parte del Servicio de Psiquiatría del Complejo
Hospitalario Xeral Cíes de Vigo. Actualmente trabaja en la interconsulta del
hospital privado Povisa. Asesora y trata pacientes en un centro religioso
residencial-ocupacional para mujeres.

Ponencia: Cultura del miedo, teoría sobre los psicofármacos desde la perspectiva familiar.
Marisa Campos (Barcelona). Informática.
Madre de un hijo diagnosticado. Es su conocimiento de la informática lo que le
ayuda a despejar y adquirir conocimientos de farmacología. Su lucha se centra
en el conocimiento a través del estudio. Lleva años investigando los distintos
tratamientos que se utilizan en los distintos países europeos, todos distintos en el
tratamiento de un mismo diagnóstico.

Ponencia: Trata-miento: la importancia de los factores comunes en la efectividad de las psicoterapias.
Jesús Castro Rodríguez (Tenerife)
Psicólogo Especialista en Psicología Clínica.
Ha trabajado desde el año 1995 tanto para organismos públicos como privados
y con todo tipo de problemas psicológicos en una gran variedad de población,
tanto infantil como adulta... Tiene la suficiencia investigadora desde el año 1999
y actualmente es gerente del Grupo GP de Servicios Psicológicos, que se
compone de un centro de psicología (GP-GABINETE DE PSICOLOGÍA), una
tienda especializada en el área (TODO PSICOLOGÍA) y un sello editorial (Grupo
GP Ediciones).

Ponencia: Crecer como ser humano: Gestión del relacionamiento del equipo de salud-paciente y desarrollo de la identidad
Arnhild Lauveng: (Noruega)
Tras recuperarse de su esquizofrenia, Arnhild Lauveng estudió psicología en la
Universidad de Oslo, y hoy trabaja como psicóloga clínica.
El libro donde relata su vivencia de la enfermedad se ha traducido al menos a nueve idiomas. Es activa conferenciante, y ha recibido varios premios. En el año 2004 recibe en Noruega el Premio al Fomento de la Libertad de Expresión en Salud Psíquica, por su contribución a mejorar la apertura y la libertad de expresión en psiquiatría.


Ponencia: Autogestión de la psicosis sin fármacos
Paula (Anónima)
Mujer diagnosticada

Ponencia: Del diagnóstico a la demanda: Para una crítica de la razón psiquiátrica
Francisco Ferrández Méndez (Bilbao)
Psiquiatra MIR IV Psiquiatría.
Hospital Universitario Pío del Río Ortega. Centro Asistencial Dr. Villacián.
Valladolid.

Ponencia y mesa redonda sobre el documental: “El revés sobre el tapiz de la locura”
Raúl Velasco y Almudena Calvo (Radio Nikosia, Barcelona)
El documental es dirigido por Adriana Leira.

En el marco del seminario se realizará la presentación del libro "Levántese quien pueda y otros relatos. Narraciones de una vida de locura" de Raúl Velasco Sánchez, y del best seller internacional "El país de los bosques de Hierro. Mi regreso de la esquizofrenia" de Arnhild Lauveng.

El seminario no se limitará a las ponencias puesto que además del visionado del documental "El revés sobre el tapiz de la locura", se emitirá un programa de Radio Nikosia dirigido por Raúl Velasco y Almudena Calvo y se realizará un taller de Zumba® dirigido por Gabriela Macchi, traductora, editora, e instructora de Zumba® Fitness una disciplina que entre otras cosas ayuda a mejorar el estatus psicológico de la persona que la practica.
Además se realizará una exhibición de perros adiestrados para asistencia a personas dependientes.