Mientras trataba de "emparejar" mi ponencia para subirla aquí, me encontré con el resumen de la que realicé para la inauguración hace unos tres años, de "El Drago". He decidido subirla porque me parece que está perfectamente ajustada a la temática del Seminario, y la verdad que me podía haber ahorrado el trabajillo de hacer otra (Miguel seguramente me hubiera sacado entonces el pasaje para las seis de la mañana....).
Corto y pego....
DEL ESTADO DEL BIENESTAR A LA INSOPORTABLE LEVEDAD DEL SER O COMO ESTAMOS CONFUNDIENDO EL TOCINO CON LA VELOCIDAD
Cuando me propusieron el desarrollar esta ponencia, para variar, acepté, sin pensarlo demasiado, ya que tengo vocación de follonero. Luego, como siempre, me encontré con el problema práctico de que tenía que pensar de que hablar y de que además tuviera relación con la inauguración de “El Drago, Servicios Sociales”. Si además, resulta que necesitaba que no se me ocurriera un tostón, y pretendía incluso disfrutar del hecho, pues imagínense que en principio no se me ocurrió de que podía yo hablar que cumpliera con semejantes autoexigencias. Y como me pasa con casi todo, la solución la tenía delante de mí. El profesional que les habla, lleva años escandalizado con lo que está ocurriendo en relación a las personas menos protegidas por nuestra sociedad: los niños y los ancianos. No pintan nada, son estorbos, en una cultura donde lo mejor es lo más cómodo, lo mas simplón, pero sobre todo lo más rápido. Claro, si aplicamos estas palabras a las relaciones humanas, pues resulta que sale un churro de relación, o un tocino con poca grasa. Porque las relaciones humanas son la clave, son el todo de lo que somos como individuos y como sociedad. Y las relaciones humanas no se llevan nada bien con la velocidad, con la simplicidad y con la comodidad. Las relaciones humanas son la esencia de mi trabajo como psicólogo, son la esencia del trabajo del médico y del psiquiatra, son la esencia del trabajo del fisioterapeuta y del acupuntor, son la esencia del trabajo del vendedor de hipotecas basura, en definitiva, sin ellas, no habría nada, ni siquiera una crisis económica, que posiblemente ha venido fundamentalmente por confundir una vez mas el tocino con la velocidad. Sin las relaciones humanas nos alienamos, enloquecemos.
Se me ocurre que podíamos empezar por estudiar la calidad del churro, del tocino que estamos produciendo. Les voy a presentar a continuación algunos datos que he podido encontrar sin mucho esfuerzo, ya que hay toneladas de datos y estudios, mas o menos objetivos en la mayor parte de los casos, que dan una idea de la magnitud del problema al que nos enfrentamos.
En el año 2007, la Generalitat de Cataluña, reconocía ser incapaz de contener el gasto que generaba la prescripción de psicofármacos, reconociendo además que se estaba sobre prescribiendo, especialmente la medicación antidepresiva.
Por otra parte en la última década, se ha pasado de producir dos toneladas de anfetaminas a mas de dieciséis toneladas, destinadas a su uso médico. Si tenemos en cuenta que España es el tercer país de Europa en prescripción de medicación psiquiátrica a niños, y que el 70% de ellos no ha sido testado en menores, el panorama es aterrador. Además, nos topamos con la naturaleza del diagnóstico psiquiatrico, hasta el punto en que profesionales como Eglée Iciarte, doctora de la Universidad Autónoma de Madrid asegura que el 99% de los niños diagnosticados de Hiperactivos, están en realidad sanísimos, y han sido en realidad medicados por la demanda insistente de los padres y la complacencia de los médicos.
En cuanto a nuestros mayores, mas de lo mismo. En un estudio (2007) realizado a lo largo de cinco años, en donde se estudiaron a mas de once mil usuarios de 152 centros geriátricos, se concluye que existe una excesiva utilización de fármacos con propiedades anticolinérgicas y sedativas, por lo que se deberían realizar intervenciones específicas, con la finalidad de mejorar el uso racional del medicamento en este sensible colectivo de pacientes.
Si esta situación se ha seguido desarrollando a lo largo de los años, es de suponer que beneficia en algún sentido al mismo sistema. Una pista importante la podemos encontrar en los factores que influyen a la hora de prescribir la medicación ante un determinado trastorno. En relación a las prescripciones psiquiatricas adquieren una muy especial importancia factores como las estrategias de marketing de las farmaceuticas, los Vademécum, los incentivos, los esfuerzos de los laboratorios, y todo lo relacionado con el negocio y la industria. Mas relevante aún es la presión de asistencia y la prescripción de complacencia, y la demanda del paciente, que adquieren una dimensión que no tienen otras disciplinas médicas.
Por otra parte, esta realidad asistencial, se nutre de la naturaleza, como ya mencioné antes, del diagnóstico psiquiátrico, que se basa en una serie de categorías diagnósticas elaboradas en comités de debates mas o menos privados que ocultan el proceso de elaboración de las mencionadas categorías.
Todo esto, aderezado por el esfuerzo cosmético de la industria farmaceutica que oculta los efectos adversos de muchos de sus productos, y que cuando esto no resulta, soborna y paga a profesionales para que apoyen su producto, investigando o negando los efectos adversos.
En mi opinión, uno de los motivos de todo esto es que hemos optado una vez mas por lo mas cómodo y barato, la medicación, como forma de solucionar problemas complejos. Al final hemos confundido el tocino con la velocidad, y la factura de tal confusión la estamos pagando mucho mas cara de lo que creemos. Hemos optado por el TENER mas que por el SER.
Por eso una empresa como la que inauguramos hoy, tiene sentido, es necesaria. En vez de recetar pastillas, ayudemos a gente para que pueda ayudar a gente. Gente relacionándose con gente, y si además esto se hace con sabiduría y con cariño, estaremos poniendo una solución, no temporal sino de futuro. Estaremos invirtiendo en la sociedad, y esa inversión volverá multiplicada. Desde luego, esta empresa sería innecesaria si, como decía antes optáramos mas por el SER en vez de por el TENER, pero entiendo que estoy hablando de una utopía. Eso nos daría el tiempo necesario para no tener que recurrir a terceras personas, podríamos ir mas lento, ocuparnos nosotros mismos de nuestros mayores, de nuestros hijos, de nuestros enfermos. Pero entre contar con gente que cuide, o contar con la pastilla, creo que propuestas como la de mis amigos Miguel, Virginia y Montse, son una opción mas que aceptable.
Jesús Castro Rodríguez
6/2/2009
http://www.sadeldrago.com/index-3.html
1 comentario:
es lo que tiene!!
grande jesus.
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