jueves, 24 de noviembre de 2011

EL SEMINARIO: LA CRÓNICA CRÓNICA.

El día 22, 23 y 24 de septiembre, Servicios Sociales El Drago, una empresa amiga, formada por amigos (así que me siento parte de ella), organizó, agárrense donde puedan, el I Seminario “Revisando La Idea de Locura”. Como sospecho que la mayor parte de los que van a leer esto no estuvieron allí, paso a relatarles lo ocurrido. Les ruego que disculpen posibles inexactitudes, especialmente en lo referido a tiempos y contextos, pero esto es lo que tiene la memoria, que es inexacta.

El día de mi llegada, el mismo día 22 de septiembre, ya tenía una idea clara de que lo que me encontraría era gente trabajadora e implicada. Fuí el último de los ponentes que llegó (es lo que tiene lo de las cuatro criaturitas y una identidad laboral multiple (¿estaré enfermo?)). El día antes telefoneé a Miguel (el organizador del sarao) a eso de las diez de la noche y casi no pude hablar debido a la algarabía, en ocasiones gutural que se escuchaba de fondo (arrrrggggggggg....tu dí lo que quieras.....chavalín, pipiolo.....aaalllllll carajo, esto es demencial....). Al decirle a Miguel que no entendía nada de lo que me decía, me explicó que incluso en ese día, cuando aún no se había inaugurado el seminario, se habían juntado todos los ponentes (menos Arnhild, la psicóloga Noruega, estrella del seminario) a realizar una sesión espontánea de trabajo. Como aún no disponían de un lugar adecuado, lo hicieron en “El Asturiano” un bar de Arrecife, que posteriormente acogió las múltiples jornadas de trabajo al aire libre que siguieron a las ponencias regladas.

Como de costumbre llevé todo el trabajo en mi cabeza debido a la multitud de cuestiones que requirieron mi atención hasta el mismo momento de acudir al seminario. Así pues, previamente me aseguré de disponer de un ordenador para plasmar un esquema de lo iba a exponer a los asistentes a tan interesante evento. Por supuesto, el amigo Miguel empezó a entender que su apuesta por mí, había sido un tanto arriesgada (esto lo deduje cuando vi su careto al pedirle un espacio para poder trabajar y terminar allí mismo mi presentación).

Delicioso el viaje a Lanzarote. El vuelo partió a una hora mas que razonable, 7:15 de la mañana. Le trasladé al equipo organizador, que tuvo la delicadeza de llamarme a eso de las 7:00, mi agradecimiento por querer tenerme lo antes posible en la isla.

Una vez en destino, mi hermano postizo, Fernando, me recoge en el aeropuerto y partimos raudos a Ginori, un ritual que llevamos a cabo siempre que viajo a la isla. Bocadillo de pescado (el mejor del mundo oiga) café con leche, y cigarrito. Maravilloso. De aquí en adelante, trabajo y mas trabajo.

De vuelta al centro de Arrecife, me presentan al resto de los invitados. Javier Carreño y Francisco Ferrández dos psiquiatras jovencísimos que demostraban su inteligencia mediante la exhibición de la capacidad que mejor define esta cualidad: la capacidad de adaptación al medio.
Marisa Campos, una madre de una persona diagnosticada que nos maravilló a todos con su sabiduría. Paula, que de etiquetas y discursos sabe la tira. Raúl Velasco , Almudena....., y Joan García (una grandísima alegría para mi, ver el talante de este último después de todo lo que le ha pasado últimamente) , que al igual que Paula, no requerían presentación puesto que ya en el pasado compartimos varias sesiones de trabajo, duras, duras.

Faltaba Arhild. La conocería después, aunque decir esto, es mucho. Demasiadas barreras y demasiado ajetreo. En cualquier caso, como comentaré después, un auténtico privilegio haber podido intercambiar impresiones con ella.

Mi hermana Vanesa también acude al evento, como representante en la tierra del COP de Tenerife. Por supuesto les remitiré un dossier exhaustivo de las conclusiones científicas del seminario puesto que estoy convencido de que les interesará sobremanera, como les interesa la psicología, la psiquiatría y todo lo relacionado con el área.

Previamente al inicio del seminario, se me envía a la Radio, creo que a la Ser, para una entrevista sobre el Seminario, y como soy un peón mas en apoyo de la causa, accedo gustoso, especialmente cuando la reportera que me hace la entrevista resulta tan sencilla de mirar.

La apertura del seminario fue espectacular. Faltó su majestad el Rey y tal vez un representante del senado (¿como coño te arreglaste para montar semejante follón en tan poco tiempo Miguelito?).
Un discurso emocionado y emocionante de Miguel, discursos de los políticos varios que acudieron de cada ayuntamiento de la isla y del mismísimo Gobierno de Canarias, y comenzamos directos al corazón, proyectando el documental “El reverso del tapiz de la locura” de Adriana Leira. Algunos problemillas con el sonido y recuerdos agradabilísimo de aquella primera vez en el aula Magna de la Universidad de La Laguna.
Después, y si no recuerdo mal, Raúl, Almu y Joan. Joan, Almu y Raúl. Como siempre bordándolo, como siempre enseñando. Joan, solo con su presencia, comunicó. Raúl y Almu, con sus espectaculares voces hechas para la radio, y con su profesionalidad e inteligencia.
Turnos de preguntas, en el cual soy uno de los que hacen una, y así Almu puede contarme que en los ocho años que Radio Nikosia funciona como asociación cultural, y a pesar de su naturaleza absolutamente horizontal, donde nadie cuida de nadie, pero todos cuidan de todos, solo han tenido un problema serio con un usuario. Es decir, menos conflictos que en un patio de vecinos.

Posteriormente, Marisa, nos maravilla con su valentía, su sabiduría y su inteligencia. Nos explica la evolución de su hijo, y como utilizando sus conocimientos de informática elabora una herramienta que ahora mismo utilizan varios psiquiatras en diferentes lugares de España, para conseguir ajustar las dosis a sus pacientes, y no pasarse con la medicación. También nos enseña estadisticas y gráficas mediante las cuales ilustra un hecho alarmante: en el caso de su hijo, a mayores dosis de medicación, mas número de ingresos. Por último nos conmueve con su “casting de psiquiatras”, una forma muy inteligente de buscar la mejor ayuda posible en algo tan delicado como la salud mental (que vaya usted a saber que es eso.....).
Nuevo turno de preguntas, y al “Asturiano”, a seguir trabajando hasta altas horas de la madrugada y mientras el sueño no venció a la voluntad. Nada hacía presagiar que el contexto físico donde nos reuníamos se vería drásticamente alterado, al ampliarse los límites y descubrir nuevas posibilidades en la ciudad.

Al día siguiente, a seguir trabajando, y aunque a algunos se les notaba ya ciertamente cansados, en general el personal estaba de muy buen humor. Mañana dedicada a las medios de comunicación. Radio en directo (7.7 Radio) para toda Canarias, donde estuvimos Paula, Miguel, Raul, Almu y el menda. Aquí me dieron cancha, y como soy de mecha corta, me embalé y acabé hablando de arquitectura en relación con el TDH y como coño se sigue haciendo poco menos que curarderismo pastilleril con los niños que algunos consideran enfermos. Vamos, que acabé cagándome en el Danacol, en Metrovacesa, y en nuestros alcaldes en vivo y en directo.

Después TV. Fuimos a una local a grabar una entrevista sobre el seminario. El cachondeo padre. Por decisión popular se encargan del tema el Dr. Carreño y Mr. Raúl Velasco. Increible. Hubo que comenzar la grabación como siete veces. A la reportera se le caían los papeles, se trababa hablando, a alguno de los espectadores se le escapó una sonora ventosidad, y el Dr. era incapaz de mirar al frente. No se apoyaba en la mesa, se recostaba sobre ella. Vamos, que el único al que se vió con tablas, con seriedad y compostura, fue a Raúl. Nunca sabremos si fue algo intencionado, una especie de perfomance, o es que a Javi le sale asin de natural, pero el caso es que desde luego, el medio, y la situación no le imponía para nada. En cualquier caso, conseguido el objetivo de difundir el seminario y la idea central del mismo, nos fuimos a comer para comenzar la sesión de tarde.

La ponencia del Dr. Carreño fué muy interesante (pueden echarle un vistacíllo en este mismo blog), pero aún mas lo fue el turno de preguntas. Al parecer se encontraba entre el público asistente el Dr. Obseso, que al parecer es el que está al frente de todo lo que se mueve en salud mental en Lanzarote. Pues bien, ni preguntas ni nada, hizo el tío. Lanzó una diatriba, una inflamada crítica, un ataque a la yugular, del Dr. Carreño, al que acusó de irresponsable e irreverente, a lo que Mr. Sinsangreenlasvenas, contestó que si el que no es nadie y viene de mas allá de los mares, va a provocar con su discurso una catástrofe en Lanzarote, es que el edificio sobre el que se sustenta determinados modos de entender y ejercer la psiquiatria tiene unos cimientos mas bien pobres. La respuesta del Dr. Carreño me la tuvieron que contar puesto que yo había salido de la sala por urgencias fisiológicas inaplazables.

Posteriormente, Paula nos ofreció su visión y peculiar manejo de la psicosis, de sus propios brotes. Insistió en vivo y en directo, que hace años dejó de utilizar la medicación, y el consejo de cualquier profesional de la salud mental, y que por ahora, con sus altos y con sus bajos, todo está en orden.

La ponencia de Arnhild fue interesantísima, con su traductora Noruego-Español y todo oiga...Todo lo que contó me reafirmó en la idea de que su historia es punto por punto, absolutamente verídica, por su coherencia. Impresionante el nivel de comprensión que tiene actualmente de lo que le ocurría. Y mas impresionante aún el constatar que aún sigue cambiando, aprendiendo, y superando cosas. Como saben, y si no lo saben se lo cuento yo (es algo de lo que estoy orgullosísimo, y como nadie me va a pasar la manita por ello, pues ya me la paso yo....) fui probablemente la primera persona en España y con seguridad en Canarias, que leyó el libro de Arnhild y quien le introdujo a nivel editorial en el país. En la crítica que en su día escribí sobre el libro, solo le hago una objeción: me parece que no da información relevante a la hora de entender el motivo de su sufrimiento, de su crisis. Pasa de puntillas por detalles que si nos dio en la ponencia que ofreció en Lanzarote.
En el turno de preguntas, y según la opinión de mi buen amigo Fernando, le hice una pregunta impertinente (que raro) para saber el motivo de que en el libro no hablara tan claro de su familia y de lo que le aconteció previamente a que fuera diagnosticada e institucionalizada por diez años de su vida. Arnhild contestó de una forma absolutamente franca y natural, admitiendo que en el momento en que escribió el libro, no se encontraba preparada para hablar de ello, y que si el libro lo escribiera ahora, probablemente incluiría esa parte de la historia. Admirable.

Creo recordar que la jornada terminó con otro programa de radio en directo (En 7.7 Radio), que para variar fue conducido de modo magistral por Almu y Raúl, donde intervinimos todos los que estuvimos involucrados en el seminario. Miguel leyó un emocionante texto de Joan García, el único participante en el seminario que no necesitó hablar para hacerse oir.

Posteriormente se inició una dura sesión de trabajo en “El Asturiano” a la que asistieron la mayor parte de los ponentes, para luego realizar una incursión en el Arrecife profundo, y descubrimos “El Callejón” donde se mezclaron con alegría ponentes del seminario, y gentes que acudieron de todos los rincones del país para escucharles. Especialmente interesante me pareció la conversación que mantuvimos con dos profesionales (Ana (psicóloga) y Sofía (enfermera)) con amplia experiencia en el trabajo con personas diagnosticadas con enfermedades mentales graves.
Como siempre en estos casos, me pareció admirable su labor, y les expliqué que bajo mi punto de vista, nuestro posicionamiento respecto al estado actual de la psiquiatría y sus procedimientos, no son incompatibles con su forma de trabajar. Especialmente Sofia me habló de retenciones mecánicas, intervenciones al límite, de miedo y de decisiones de vida o muerte. A raíz de esto reflexionamos sobre el hecho de que probablemente a este tipo de situaciones es posible que se llegue después de años de malas intervenciones y de la exposición a situaciones absolutamente excepcionales, y que lo que es absolutamente disparatado, es aplicar determinadas intervenciones basándose en la existencia de estos casos excepcionales. Es decir, me parece que por un lado, ellas están viendo un artefacto que no ha sido creado dos días antes de que les llegue a su centro de trabajo, y por otro, la psiquiatría se ha basado en ellos para justificar determinadas intervenciones, procedimientos y actos médicos supuestamente preventivos.
¿Como separar lo que están viendo, los síntomas observados ese momento puntual de la vida de esa persona, de los síntomas derivados de todas las intervenciones a todos los niveles, que probablemente ha soportado durante años?. Los mismo viene siendo el preguntarse ¿como separar los síntomas de un trastorno que vemos aquí y ahora, de los síntomas derivados de las medicaciones antipsicóticas?.
Como pueden ver, y les aseguro que soy fiel a lo experimentado, fueron sesiones intensivas. Un arquitecto se hubiera ido a casa temprano. Seguro.
Al día siguiente me tocaba hablar a mi, y dado que preparo con mucha antelación cada paso que doy en la vida, solo tuve que hacer un somero repaso de mi ponencia nada mas llegar a mi alojamiento. Terminé el par de diapositivas que me quedaban por pasar de mi cabeza al programa de ordenador, y repasé algunos datos que tenía apuntados por ahí. Total, que dormí un par de horas, y con cierto desasosiego (ni idea de que me ocurría...).

Bocadillo de pescado, cigarrito, y corriendo a dar la charla. Me encuentro con la sorpresa de que efectivamente, D. Fernando Fuentes, mi hermano postizo, y experto psicólogo, es el encargado de presentarme. Un momento emocionante y por el que mereció la pena estar en Lanzarote (gracias Fernando y gracias Miguel por hacerlo posible). Comienzo mi intervención disculpándome ante el público asistente de antemano, en el caso de que mi discurso se vuelva incoherente y/o cayera dormido sobre la mesa mientras hablaba, puesto que llevaba dos noches de agotadoras sesiones de trabajo hasta altas horas de la madrugada. Por suerte, no me ocurrió nada, y pude realizar mi función con normalidad.
En el turno de preguntas, solo el Dr. Carreño se atrevió a tocar los coj........con una pregunta del copón bendito, que hubiera contestado, o bien cripticamente o bien ofreciendo otra charla de tres horas. Me quedé en medio. Ni una cosa ni otra. ¿Pues no va el tío y me pregunta por como trato yo a la gente en mi consulta?. Pues coño, los trato bien, creo.....Por suerte, no hubieron mas preguntas y pudimos salir a respirar un ratito antes de la última ponencia.
En el descanso entre mi ponencia y la siguiente el padre de un niño diagnosticado de TDH se me acercó para agradecerme la charla, puesto que me aseguró que era la primera vez que oía un argumento crítico sobre ese diagnóstico. Según me contó llevaba un par de años medicando a su hijo, y no notaba cambios mas que a peor. Le indiqué que en esto de la salud mental (que vaya usted a saber que es eso) y especialmente en el caso de los niños, hay que pedir quince o veinte opiniones, y que hay teorías y tratamientos de muy diversa índole, y que desde luego, mis opiniones son una mas en medio de todas ellas. El buen señor me mostró su agradecimiento en cualquier caso, dado que no sabía que lo otro también se basara en una opinión, una teoría, y no en una verdad. Pues estupendo, pensé, ya valió la pena haber hecho el esfuerzo.

El Dr. Francisco Ferrández vino guerrero. Metió caña a todo Dios, daba igual que se situara a la izquierda o a la derecha del mismo, defendiendo una tesis bien clarita: a la psiquiatria y a la psicología hay que molerla a palos, el templo está lleno de mercaderes a los que hay que echar a patadas, y todos los ponentes con profesiones Psi, tendrían que estar en la puta calle. Bravísimo.
A eso le llamo yo ser clarito. Estando totalmente de acuerdo, no pude sino plantear el problema de que, en tanto en cuanto la sociedad actual se maneje en los mismos parámetros, los profesionales deberíamos de ser conscientes de todo lo planteado, de priorizar el no hacer daño con nuestras intervenciones, y de no inmiscuir a las personas en nuestra búsqueda de sentido para lo que hacemos, pero que en definitiva al parecer seguiremos siendo mas o menos útiles en este máquina gigante de picar carne que hemos montado entre todos.

Las jornadas se cerraron con una exhibición de perros adiestrados para la ayuda a personas con discapacidad, y con el discurso emocionado de una personalidad política (lo siento, de los políticos no logro recordar ni sus nombres, ni sus cargos, debe de ser mi TDH adulta).

Hasta aquí, las jornadas oficiales del seminario. Posteriormente continuamos las sesiones de trabajo extraoficiales, que aunque agotadoras, me parecieron de gran nivel, aunque lógicamente, sufrieran cierto deslabazamiento según pasaban las horas.

Esta crónica es de un acontecimiento que hizo posible Miguel asistido siempre por Virginia y por Montse, ambas psicólogas y socias de “El Drago”. Nos mimaron, nos colmaron a todos de atenciones y atendieron cada una de nuestras necesidades (creo que a Joan no le parecerá mal que tome su voz prestada para agradeceros una vez mas el hacer posible también su presencia). Desde aquí, gracias a todos. Recordaré siempre esos días, esas charlas, esas risas, y en definitiva a ustedes. Y eso, amigos míos, no me lo podrá arrebatar nadie. Mi memoria.

3 comentarios:

Raúl Velasco Sánchez dijo...

Si, ya, no soy, ni sere objetivo... Pero como dijo ese sabio loco llamado Boris Gruyensko (Woody Allen)la subjetividad es objetiva! Bravooooo chaaaachoooo!!!

Jony Benitez dijo...

plas plas plas plas plas......me descojono y me emociono recordandolo todo. grande grande jesus

Anónimo dijo...

No tengo palabras.... fuí testigo mudo de tal acontecimiento. La sabiduria que se derrochó, día tras día, hizo del prudente silencio virtud.
Si la salud mental existe debieran haber unas II Jornadas, garantizo mi presencia desde el Continente. Palabra.

Dr. J. Callao